INTERFERENCIAS
Labios morcilla
IMPOSIBLE no sentir lástima por este personaje, que no es juguete roto como alguien dijo en un alarde de trascendencia, pero si una criatura desválida, carnaza de psiquiatra, pasto de loqueros... Su patetismo es bocado apetitoso para la tele, por eso Jaime Cantizano la llevó a ¿Dónde estás corazón? , el clon de Salsa rosa en Antena 3. Naturalmente, la no hace mucho reina del frikismo, elevada al trono en el peculiar referéndum de aquel infausto Hotel Glam , habrá cobrado una pasta porque anda a dos velas. La «boicotean» en las televisiones públicas y no duda en apelar a Aznar para que interceda... Un delirio acentuado por los excesos de la cirugía estética. Luce unos labios morcilla, que al perpetrante habría que suponerle dos cosas, al gusto: o es ajeno al oficio y se busca la vida a cuenta de incautos o es Hannibal Lecker... Y la laca, claro. Ese pelo que de vez en cuando suelta la pobre para no salirse de su pose glamurosa. O cuando camina. Por si fuera poco, el tribunal inquisidor que tenía enfrente, ni la más mínima compasión. En vez de apelar a la caridad y apiadarse de la hija de Seisdedos, la flagelaron hasta la crueldad. Intentó suicidarse, ya saben. Una patraña más coja que el pirata John Silver... Quiere cariño (ella le llama «respeto»). Con todo interpretó el personaje de su vida: encarnó a la vergüenza ajena.