David Bisbal recupera las raíces flamencas en su álbum «Bulería»

Nervioso, respirando hondo y con un «ojú, que sea lo que Dios quiera», pero con madera de estrella y dispuesto a contestar por lo que le preguntaran. Así compareció ayer David Bisbal ante los medios de comunicación, en un lujoso hotel, para presentar su segundo álbum, Bulería , que sale hoy a la venta. Ganador de un Grammy Latino y un Premio Ondas al mejor artista revelación, y candidato en dos categorías de los premios Lo Nuestro de Miami, David Bisbal dejó bien claro que a pesar de que todos sus «sueños se están cumpliendo», prefiere «seguir aprendiendo, evolucionando y no mirar hacia atrás». Este Bulería , para el que ha vuelto a contar con el productor Kike Santander, con quien trabajó estrechamente en Miami durante la elaboración del disco, es un álbum «pensado para el directo», porque es en el escenario en donde el cantante almeriense más disfruta. Bisbal, que asegura que con Corazón latino cumplió un sueño y que ahora va a disfrutarlo, cree que la diferencia fundamental entre los dos álbumes estriba sobre todo en el «tiempo de elaboración, selección y tratado de la voz». «He hecho -dice- el disco que sentía y me salía del corazón, con seis baladas y seis canciones rápidas. Hay rock latino, dance, rumba y salsa, y con muchos países dentro, como Puerto Rico, Brasil, República Dominicana y España, en una mezcla de estilos entre latino y lo de mi tierra». Bulería , que sale con 350.000 copias , contiene un tema compuesto por David, Desnúdate mujer . «Una canción que me salió cuando estaba dando clases de canto y de un tirón me vino el coro, el precoro y el estribillo. Pero creo que tengo que ser inteligente y grabar lo que siento, no tengo por qué cebarme con mis propias canciones, tengo más, ya vendrá el momento de grabarlas». Bisbal pidió un deseo: «disfrutar de este disco como he disfrutado del primero» y no le importó hablar de su novia, Chenoa, porque sin ella dice derrumbarse. Confesó que era fiel, «porque ya he elegido», «puedo estar lejos de Laurita, pero siempre la siento muy cerca».