León se rindió a la musicalidad gaditana

Se dice de los leoneses que son gente fría, poco dada a la manifestación pública de sus emociones, e imprevisible a la hora de augurar el éxito de una convocatoria masiva. Pues bien, lo que se vivió anoche en la Plaza de Toros superó todas las expectativas. Más de ocho mil espectadores abarrotaron el coso taurino para arropar con su presencia la presentación en León del dúo formado por Lucas González y Andy Morales, Andy & Lucas; dos jóvenes gaditanos que han irrumpido como un ciclón en el negocio musical. Con el público totalmente entregado, que se sabía de memoria la letra de todas las canciones y las coreaba a pleno pulmón, estos dos veinteañeros, que comparten música y amistad desde que estudiaban primero de EGB, iniciaron su actuación a los compases de Caído del cielo, un tema de aire inequívocamente rumbero que fue calentando los ánimos de una audiencia entregada desde los primeros acordes. El eficaz juego de luces y la soltura escénica de Lucas, en contraposición a la timidez de Andy, que permanecía en un discreto segundo plano, hicieron que la marea humana que permanecía en la arena fuera levantando los brazos con cada nuevo estímulo verbal o musical. Las manos del mundo fue el segundo tema elegido para continuar una actuación que se produjo pocos días después de haber recibido el triple disco de platino por haber vendido más de 300.000 copias. Un éxito comprensible si se tiene en cuenta lo vivido anoche en León en una convocatoria que reunió a todo tipo de público y de todas las edades. El desparpajo de Lucas, que no cesaba de increpar al público y gastarle bromas, «¿quién soy yo?, ¿quién es él?, ¿quién es Andy?, ¿quién es Lucas?», contribuyó a crear un ambiente de absoluta camaradería con el que estos dos músicos, fogueados en los escenarios de pequeños bares musicales, demostraron su buen hacer ante audiencias masivas. «Hay que ver las niñas guapas que hay en León, ¿eh?», dijo Lucas entre el rugido que surgía de la arena y las gradas antes de acometer los primeros compases de Dame un besito; un tema con el que, al haber una parte de rapeado, el compositor de todos los temas se lució bailando, luciendo un apropiado gorrito, marcando unos pasos a medio camino entre el famoso «moonwalk» de Michael Jackson y las maneras que rigen en el mundo de los MC's. Animado y contagiado del fervor popular, Lucas, el indiscutible anfitrión de la velada, anunció la interpretación de Tanto la quería provocando una auténtica histeria en las primeras filas. Tanto, que la primera estrofa fue cantada por las miles de gargantas que decidieron pasar la noche de San Valentín en compañía de este terremoto gaditano.