El presidente del Corpus Vitrearum confía en que la protección suponga que lleguen más fondos
Nieto defiende que las vidrieras sean Patrimonio de la Humanidad
La comisión asesora del taller de reparación aún no ha sido informada de la petición a la Unesco
El presidente del «Corpus Vitrearum», Víctor Nieto Alcaide, consideró ayer «factible» que las vidrieras de la Catedral de León sean declaradas por la Unesco Patrimonio de la Humanidad, ya que «tienen entidad suficiente» para ello, según declaró a Efe. El presidente del «Corpus Vitrearum», organismo internacional que se dedica a la restauración y conservación de vidrieras, significó que conseguir esta distinción dependerá también de qué obras concurren junto a las vidrieras para lograr este reconocimiento. Independientemente de esto, Nieto Alcalde, que es doctor en Historia del Arte, afirmó que la declaración de las vidrieras como Patrimonio de la Humanidad «no solo es viable, sino que es conveniente», ya que, entre otras ventajas, se dispondría de más fondos para su restauración. La importancia de las vidrieras de la «Pulchra Leonina» radica sobretodo en que «es el conjunto más antiguo de España; es una historia de la vidriera desde el siglo XIII hasta el XIX», explicó el experto que destacó que incluso hay vidrios del XVIII, «cuando apenas se hacían vidrieras». «En las catedrales españolas no se hacían vidrieras hasta el siglo XIV», apostilló. Comisión no informada Aunque Nieto Alcaide es miembro de la Comisión Asesora del Taller de Restauración de las Vidrieras de León, reconoció que no ha sido informado de esta iniciativa, al tiempo que restó importancia a este hecho, ya que confía en que se le comunique próximamente. La formulación de esta solicitud fue aprobada por unanimidad en el pleno del Ayuntamiento de León esta semana y ya fue expuesta al Cabildo Catedralicio, desde donde se anunció que apoyaría la idea y aportaría a sus expertos en vidrieras para elaborar la propuesta de solicitud. Nieto Alcaide asesora los trabajos de restauración de vidrieras, dirigidos por el experto Luis García Zurdo, un taller que se creó específicamente para la conservación de las vidrieras leonesas, pero que estuvo paralizado durante dos años por «problemas administrativos, burocráticos y económicos».