«Es sorprendente la buena cultura que hay en España»

Silvia Jato es una mujer optimista, decidida y vitalista. Esta economista gallega no se amilanó ante unos concursos de belleza que le abrieron las puertas de la televisión, el medio que le costeó los estudios, y ahora cumple cuatro años y 900 programas al frente del popular Pasapalabra. -¿Cuál cree que es la clave del éxito del programa? -Son varios elementos: la familia juega, aprende y se identifica con los personajes famosos. Y luego está el importantísimo aliciente monetario. Pero esto son elucubraciones, porque si supiéramos las claves del éxito estaríamos todos forrados. -Sí, porque hay programas similares que han fracasado. -Al final interviene el azar. Puede que influya la hora en que se emite el programa o la competencia que tenga en esa franja, pero también influye la suerte. -¿Usted se atrevería a participar como concursante? -Soy mala perdedora y me daría coraje hacer el ridículo. Me costaría. -¿Cómo estamos en España de cultura general? -Creo que estamos muy bien. En el concurso participa gente de todas las profesiones, no solamente licenciados, y te sorprende su saber. En España tenemos muy buena cultura. -Después de cuatro años con el concurso, ¿Le gustaría dar un salto a otro espacio? -No me lo planteo. Soy una persona que vive mucho el momento, aunque también soy de las que piensan que renovarse o morir. Hoy por hoy, me gusta estar en Pasapalabra porque es un programa que hemos levantado todo un equipo. De todas maneras, hay un proyecto con Antena 3 que va a ser interesante. -¿Se vería en un programa rosa? -No sigo mucho la actualidad rosa y a lo mejor me costaría. Pero no se puede decir que de esta agua no beberé. -¿Cuáles son las características del buen comunicador? -Ser uno mismo. Eso es al menos lo que procuro yo. -¿Por qué se presentó a un concurso de belleza? -Yo era una niña muy estudiosa, saqué un 8,4 en selectividad, y cuando traté de hacer el ingreso en la Universidad de Santiago de Compostela el plazo había espirado. Me quedé fuera ese año y me presenté a Miss Galicia; al final, lo gané. Y luego me presenté al concurso de Miss Europa convencida, porque quería probar la experiencia de conocer a chicas de diferentes países de Europa. Es un privilegio poder ir a Bélgica y saber que allí tienes una amiga. Aún tengo contacto con ellas. -Es decir, que usted defiende estos concursos. -No es que los defienda sino que creo que cada uno tiene que hacer lo que le de la gana en esta vida que sea digno. Yo guardo muy buen recuerdo del concurso. Y era muy serio, muy profesional. -¿De la televisión sale uno rico si tiene éxito? -No, porque no es una vida profesional muy longeva, es como la de los deportistas, pero tampoco sales pobre.