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La «crucifixión» de Mel Gibson

La polémica cinta del actor y director norteamericano «La pasión de Cristo» desata el fervor en la taquilla

Morgestern como María y Belluci, como la Magdalena

Publicado por
Rocío Ayuso - los ángeles
León

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El estreno de The Passion of the Christ , la versión de Mel Gibson de las últimas doce horas en la vida de Jesús, ha levantado un fervor capaz de convertir la crucifixión en un lucrativo negocio en la taquilla. Su llegada a las pantallas estadounidenses hoy, miércoles de ceniza, no puede ser más sonada, acompañada de una fuerte polémica que le ha servido para arrancar en 4.000 pantallas por todo EE.UU. Un número similar al de los grandes estrenos de Hollywood para un filme de presupuesto muy inferior, unos 23,6 millones de euros que la estrella puso de su bolsillo. Es una inversión asegurada, ya que los cálculos iniciales esperan unos ingresos de hasta 39,3 millones de euros durante el primer fin de semana, cifra que haría historia. Incluso se espera que supere a lo largo de su exhibición los cien millones de euros conseguidos por la taiwanesa Tigre y dragón (2000), la película subtitulada más taquillera en Estados Unidos hasta la fecha. En latín y arameo Ni el latín y el arameo de The Passion ot the Christ , lenguas muertas en las que está rodada, ni su adaptación literal de los evangelios parecen aminorar el fervor generado por un filme que por lo demás parece tenerlo todo. Nada mejor que el nombre de una estrella como Gibson para captar la atención de los medios, que además están siguiendo la polémica que ha suscitado, como ocurre con todas las cintas que tratan temas religiosos. Pero a diferencia de ejemplos anteriores como La última tentación de Cristo (1988), donde la polémica alejó a los devotos, esta vez las acusaciones de antisemitismo y brutalidad que han recaído sobre The Passion of the Christ no han hecho más que fomentar la atracción. Esta devoción ha encontrado sus principales adeptos entre las congregaciones cristianas evangélicas, lo que se conoce en Estados Unidos como el cinturón bíblico fuera de los centros urbanos. Vender el evangelio Los seguidores se han volcado en la compra de entradas por adelantado y han promocionado el visionado de este filme en sus sermones religiosos, e incluso han alquilado salas para poder llevar a los feligreses. La pasión se deja ver también en la venta de objetos relacionados con el filme. El libro centrado en esta cinta ha agotado su primera edición de 150.000 ejemplares y las reproducciones de los clavos de la cruz están a la venta como en Internet. Este éxito empieza a generar comentarios de preocupación como el del profesor Kenneth L. Waters, especializado en estudios del Nuevo Testamento. «Creo que la promoción está siendo un poco excesiva. Tengo problemas con la idea de vender el evangelio».