Diario de León

León acoge una de las zarzuelas más atractivas del repertorio del maestro Pablo Sorozábal

«La del manojo de rosas» llega al Auditorio con la Compañía Lírica

La obra, estrenada en los años treinta, sigue siendo una pieza esencial del «género chico»

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Miguel Ángel Nepomuceno - león
León

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Organizado por la Cope, esta noche a las 21.00 horas, el Auditorio Ciudad de León acoge una de las zarzuelas más atractivas de repertorio, La del manojo de rosas, del maestro Pablo Sorozabal, con libreto de Francisco Ramos de Castro y Anselmo Carreño. Es, tal vez, la zarzuela más aplaudida del repertorio, porque retrata como ninguna las universales pasiones humanas en un Madrid castizo de finales del siglo XIX. Se estrenó en el Teatro Fuencarral de Madrid, el 13 de noviembre de 1934. En el mundo teatral es imposible predecir cuándo una obra va a tener fortuna y se va a mantener en el repertorio. La zarzuela La del manojo de rosas tenía todas las papeletas a favor para ser un fiasco y caer en el olvido. A mediados de los años 30 del siglo XX se consideraba que la zarzuela, en general, y el sainete, en particular, «habían muerto». Además, que un compositor vasco, formado en Alemania, cogiera prestada una frase de otra zarzuela de Chapí para hacer una obra nueva de ambiente castizo se consideraba un despropósito. En cuanto a la situación objetiva del estreno era la siguiente: el Teatro Fuencarral estaba amenazado de cierre y reconversión en cine por el poco éxito de público que tenía la compañía de zarzuela y la nueva obra de Sorozábal subió por primera vez al escenario un martes y 13. Es evidente que el éxito lo logró. La noche del estreno tuvo unos intérpretes excepcionales, con el propio autor en el podio del director, pero luego la obra ha seguido su propio camino y como todas las buenas piezas teatrales ha superado con desenvoltura los buenos y los malos montajes. La del manojo de rosas es un retrato de un Madrid eterno pero muy próximo y eso le gusta a todo el mundo. La acción tiene lugar en 1934, en una plaza de barrio madrileña en la que hay un garaje, un bar y una tienda de flores llamada La del manojo de rosas. En el primer acto se encuentran en esta tienda Joaquín, el oficial mecánico del garaje, con su aprendiz Capó, además de don Daniel, el dueño de la tienda de flores y el camarero del bar, apodado Espasa por su afición a usar retumbantes ditirambos y romper los moldes del vocabulario. Ascensión, la florista, hija de don Daniel, que es una mocita madrileña de educación esmerada, pero orgullosa de su origen obrero, por lo que no quiere oir hablar de amores más que con un hombre de su clase. Aunque don Daniel le ha aconsejado aceptar la proposición de Ricardo, joven y simpático aviador, Ascensión a quien quiere es a Joaquín, el mecánico, que le corresponde. Ricardo, tras una conversación con don Daniel, está convencido de ser el candidato predilecto de Ascensión, y decide un a declararse, pero al llegar a la puerta de la floristería se encuentra frente a frente con Joaquín. Los dos muchachos intercambian bravatas y amenazas. En contraste con este conflicto amoroso aparece otro entre Clarita, una coqueta y «superculta» manicura, Capó y Espasa. Aunque la novia del primero se deja querer por el segundo, para así poner a prueba el cariño de Capó. Los padres de Joaquín son doña Mariana, mujer simpática y afable, y un próspero traficante de chatarra, apodado por esa razón don Pedro Botero. Ascensión lleva todos los días un ramo de rosas a Doña mariana, sin saber que es la madre de Joaquín, por lo que, cuando aparece éste vestido como un señorito, comprende la florista que ha sido engañada en su buena fe. Con amargura, canta la joven su desconsuelo. Al enterarse de la ruptura, Ricardo, que no pierde la oportunidad, vuelve a cortejar a Ascensión quien, en su despecho, le acepta como novio delante de Joaquín. Lugar: Auditorio Ciudad de León. Hora: 21.00. Entradas: 15 euros (se pueden adquirir en Scap, Gran Vía de San Marcos, 2).

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