Cerrar
Publicado por
RAMÓN PI
León

Creado:

Actualizado:

NO ME GUSTAN mucho, por lo general, los artículos necrológicos, porque sus autores suelen aprovechar la ocasión del fallecimiento de la persona destacada para hablar de sí mismos más que del difunto, lo que me resulta bastante cargante. Pero en esta ocasión me voy a apuntar al género necrológico precisamente porque, aunque conocí a don Fernando Lázaro Carreter, que acaba de morir, no tuve apenas ocasión de tratarlo y, desde luego, sería absolutamente presuntuoso decir que fui amigo suyo. Así que, vacunado contra la vanidad, me apresuro a manifestar mi pena y mi sentimiento por la pérdida de este lingüista eminente, celoso vigilante del buen uso del idioma, promotor infatigable de la unidad de la hermosa, vital y expansiva lengua de Cervantes. Fernando Lázaro, de apariencia (y realidad) tan purista, fue uno de los eruditos que mostró más flexibilidad, más sentido común y más conciencia de que la lengua es un ser vivo que nace, crece, se desarrolla, y puede morir, como han muerto tantas formas habladas y escritas de entendimiento entre los hombres; y porque tenía esta visión realista y dinámica de la lengua, supo distinguir, por ciencia y por instinto prodigioso, lo aceptable y lo rechazable de nuestro idioma, lo que son verdaderos neologismos y lo que no constituyen más que modas pasajeras o, pura y simplemente, abdicaciones y renuncias al genio propio de la lengua para abrazar barbarismos que, encima, se suelen usar mal incluso como tales barbarismos. Los escritores, los filósofos, los periodistas, todos los que tenemos en las palabras nuestra herramienta principal de trabajo, estamos de luto. Don Fernando Lázaro, aragonés sabio y zumbón, crítico y a la vez enamorado del periodismo, era admirado y respetado en su profesión, y también llegó a ser muy popular entre los lectores de periódicos (no me atrevo a decir el gran público, porque desgraciadamente el gran público no lee periódicos): de Ya a El País, pasando por ABC, su larga vida de articulista hizo las delicias de millones de hispanohablantes de todo el mundo, que hoy estamos un poco huérfanos.

Cargando contenidos...