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«Un cuadro que necesita ser explicado, es un cuadro sin vida», afirma

Agustín García expone su obra más intimista en la galería Ármaga

En su anterior exposición en 1999 vendió todas sus obras en tan sólo unas horas

El artista asturiano Agustín García trabajando en su estudio

Publicado por
Marcelino Cuevas - león
León

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Este pintor asturiano llegó a León en 1999 y triunfó, consiguió la extraordinaria gesta de vender en sólo unas horas su exposición completa, cuadros que sirvieron para la decoración de un lujoso restaurante. A Agustín García no le pareció demasiado bien que un solo comprador se llevara sus trabajos, pero la economía es exigente consejera. Hora, casi cinco años después, regresa con otra muestra de su interesante trabajo. Recuerda el artista que aquellos cuadros del 99 pertenecían a la tercera etapa de su carrera, primero habían pasado los capítulos, Fósiles y Del mar y el tiempo, donde se limitó a realizar el papel de mediador entre la naturaleza y el cuadro, empleando, incluso, restos fosilizados. Llegaría después el momento que comentamos, Paisajes dormidos, « en la que expuse paisajes elementales que aprovechaban los recursos de la abstracción para mostrarse al espectador, en espera de su mirada y así despertar y recobrar la vida. A continuación y enlazando con lo anterior llegó la época de Árboles, donde los paisajes se hicieron más esenciales». Y así llegamos a su exposición de estos días en la galería de arte Ármaga, en la que «a diferencia de las anteriores, creo que los cuadros tienen una visión más personal, más íntima e instintiva. Posiblemente también contengan una comunicación más difícil con el espectador al estar más despojados y conservar sólo lo esencial, pero creo que cuando la comunicación se produce esta es más intensa. Espero que el resultado final sea el de cuadros que existan por sí mismos y que cuando comuniquen lo hagan con plenitud, que produzcan alguna emoción». El diálogo del artista Lo más importante para Agustín García es la comunicación. «La diferencia entre los artistas estriba en lo que quieres comunicar y en los recursos que utilizas para hacerlo. Esta cadena de comunicación tiene una primera parte que es el diálogo del artista con su obra, en el intento de expresar con plena libertad los recursos de una serie de emociones o sensaciones». Añade que «es un diálogo semejante al que se establece entre las personas, existen momentos en los que la comunicación es fácil y fluye de una manera espontánea, y en otras ocasiones surgen barreras casi infranqueables. Por eso es siempre muy importante el estado anímico del pintor, pintar no es un trabajo mecánico que se pueda realizar independientemente del estado de ánimo de quien lo realiza». En cuanto a la realidad de sus cuadros, Agustín García piensa que, «un cuadro debe expresarse por sí mismo, aunque comunique cosas muy diferentes a cada uno de los espectadores que lo contemplen». «El autor solamente debe dar algunas claves de sus intenciones al crearlo. Un cuadro que necesita ser explicado es un cuadro sin vida. Incluso, en ocasiones, las obras a las que has transmitido parte de tu mundo interno llegan a sorprenderte y acabas viendo en ellos cosas que no habías imaginado, sugerencias nuevas que demuestran que son algo vivo, seres que han nacido con tu ayuda, pero que llegan a ser independientes y se expresan por sí mismos. Puedes aprender muchas cosas siendo espectador de tus propios cuadros». Horario: de lunes a sábado, de 12.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.00.