«Dalí era un psicótico»

?l médico leonés Luis Salvador López Herrero ha buceado en la mente de Dalí y ha descubierto a un hombre psicótico que no sólo bebió de las fuentes del psicoanálisis, sino que él mismo introdujo la importancia del lenguaje como parte de los propios síntomas. López Herrero acaba de publicar La cara oculta de Salvador Dalí, un libro lleno de sorpresas... ­-¿Dalí era un desequilibrado? -El libro supone un trabajo psicoanalítico, ni médico ni psiquiátrico. Trata de investigar si era un psicótico, un perverso o un neurótico. Confieso que al principio no tenía una idea definida. Dalí, en rigor, era un psicótico. Y puntualizo era. Porque hay diferencia entre ser y estar en la locura. Él mismo afirmó: «La única diferencia entre un loco y yo, es que yo no estoy loco». -¿La locura explica su obra? -La esencia de la obra daliniana está mezclada con la potencia de la locura. Pero tuvo la genialidad de amarrar algo que podía haberle desequilibrado y funcionar de manera bastante estable. A través de su obra consiguió manejarse. -Si Freud interpretara la obra de Dalí, ¿qué diría? -Se conocieron. Dalí le buscó porque estaba muy impregnado del psicoanálisis. El encuentro tuvo lugar en Londres en los años treinta. Dalí quería que le hablara de su obra pictórica y escrita. Pero Freud no le contestó. Ante la insistencia de Dalí, Freud exclama: «¡Qué fanático!». Dalí tuvo tres grandes maestros: Freud, Picasso y Velázquez. -¿Cómo interpreta los sueños que Dalí muestra en sus obras? -No he trabajado la obra pictórica, sino sus textos más representativos: El Ángelus de Milet y La vida secreta de Dalí; y he intentado buscar la lógica del divino Dalí , un personaje que él crea para manejarse. El Ángelus es su aportación al psicoanálisis, donde presenta a la madre devorando a su hijo, la madre castradora. Las teorías de Klein no son conocidas por Dalí, por eso sus interprestaciones son muy lúcidas y originales. ­-Dalí siempre se rodeó de mujeres «castradoras», como su madre o su mujer, Gala... -Estuvo sometido a su madre, de forma que le impidió cualquier desarrollo personal, pero Gala va a ejercer un papel estabilizador. -¿Gala fue buena para Dalí? -Sin duda. Dalí lo dice: «Yo no hubiera sido nada sin Gala, habría quedado en el pozo de la locura». Gala es una mujer histérica que sostuvo muy bien a Dalí. -Se ha hablado mucho de la «neutralidad» sexual de Dalí y de su homosexualidad... -Conocí a Dalí y a Gala en el 78, pero no puedo dar una opinión. Todo el mundo ha hablado de la peculiaridad sexual de Dalí, que era un impotente y no tuvo ningún encuentro sexual con Gala. Sin embargo, en él se mezclan rasgos de voyeurismo y de masturbación compulsiva, así como la apetencia por los ragos andróginos. Ahora bien: el encuentro sexual de Dalí con la mujer suponía una catástrofe. -¿Cómo conoció a Dalí y a Gala? -Fue azaroso. Había estado en Cadaqués porque amaba el surrealismo. Fue una invitación a una fiesta en su casa. -¿Qué ocurrió en el encuentro? -Dalí, más allá de la grandiosidad megalomaníaca, me pareció un personaje sumamente débil, a diferencia de Gala, que es la persona con más ganas de vivir que he conocido. -¿Qué descubre su libro de Dalí que no sepamos? 1397058884 Sinceramente, muchas cosas. Es novedoso en la forma en que presenta a Dalí. Es una apuesta por la figura psicótica de Dalí y un análisis profundo de sus textos y rastrea los encuentros con Freud y con Lacan y cómo le influyeron. -¿Y qué pretende demostrar? -La aportación que el surrealismo hizo al psicoanálisis y sus relaciones. -¿Cuál fue la aportación del surrealismo al psicoanálisis? -Adelantarse a introducir que el lenguaje, la palabra, forma parte de los propios síntomas. Supo ver el surrealismo que el lenguaje produce el inconsciente. -¿Y la manía de Dalí por la ciencia? -Con el discurso de la ciencia trataba de dar una lógica a su obra pictórica, aunque, a veces, esa instrumentalización sea errónea. -Para estar loco, Dalí tenía muy claro el precio de sus obras... -No sabía lo que era el dinero. Buñuel lo decía: «No he conocido a nadie menos práctico que Dalí». No sabía manejarse por el mundo. A París y a Madrid siempre viajó acompañado. Es Gala quien dirige todo el asunto económico. -La genialidad de Dalí, sin embargo, tuvo también su ocaso... -­La genialidad daliniana acaba en los años 40; a partir de ahí, lo que hace es repetirse. Y el gran descalabro sucede tras la muerte de Gala, cuando queda sumido en un imperio de intereses. -¿Qué obra de Dalí compraría? ­- El retrato de Freud. -¿Los títulos de los cuadros de Dalí no merecen también un psicoanálisis? -No he reflexionado sobre ello; pero, evidentemente, están pesnados para provocar. -El Año Dalí sirve para revitalizar su figura, pero ¿no tiene también un lado negativo? 1397058884 Vivimos en el mundo del consumo. Algunos centenarios siguen el juego de intereses comerciales. Pero con este año se revitaliza la figura de Dalí y se le da protagonismo; y de paso se cumple su deseo de immortalidad. No comencé el libro pensando en el centenario, pero me ha permitido dar a conocer mi opinión de Dalí. -¿Tuvo Dalí alguna conexión con León? -Soy yo (risas). El libro es la aportación de León al centenario. -¿Hay que saber algo de psicoanálisis para leerlo? -Cuanto mayor conocimiento, mayor rentabilidad se saca al texto, pero lo escribí para cualquier persona interesada en conocer la cara oculta de Dalí. Es un texto riguroso, pero legible. -¿Y las malas compañías que rodearon al pintor? -No analizo las relaciones de Dalí con otras personas, aunque comprenderán la función de Lorca, de Buñuel, Picasso... -¿Dalí era psicótico de nacimiento o por su entorno familiar? -Marca el lugar donde se nace. Pero también hay una «elección» del sujeto. -¿Por qué no fraguó su relación con Lorca? ­­-Porque habría llevado a Dalí a la locura. No podía adoptar una posición homosexual. -En Dalí, ¿vida y obra son indisolubles? ­­-Vida, obra y El divino Dalí . Son elementos indispensables, así como la figura de Gala. Es el entramado de muletas que permitieron sostener a un personaje tan controvertido. -Cuatro adjetivos para Dalí... -Loco, genial, frágil y mítico. -¿Y por qué no místico? -Le habría gustado alcanzar el misticismo; es una salida que estabiliza a muchas personas, pero la fe nunca le acompañó. ­-Pero hay elementos religiosos en su obra... -Es un intento de querer aprehender algo en lo que se muestra incrédulo. Forma parte de la pantomima daliniana.