La Catedral y no sólo las vidrieras aspira a ser Patrimonio de la Unesco

El Ayuntamiento estudia ampliar la candidatura que presentará ante la Unesco para que la Catedral en su conjunto, y no sólo las vidrieras, sea declarada Patrimonio de la Humanidad. El cambio de planes se fundamenta en una «sospecha»: la Junta «olvidó en un cajón» una propuesta similar, del año 1997. De ser cierta, la Unesco jamás habría tenido «noticias» de la Catedral de León ni habría rechazado los méritos que la avalan, recogidos en un documento elaborado por el arquitecto de la Catedral, Mariano Díez Sáenz de Miera, al que nuevamente el Ayuntamiento, junto a otros siete expertos, ha encomendado la misión de buscar argumentos que favorezcan la nueva candidatura leonesa. La concejala de Patrimonio, Evelia Fernández, ha solicitado ya una entrevista con el director general de Patrimonio, Enrique Sáez, con la consejera de Cultura, Silvia Clemente, y con el presidente Herrera, para aclarar si la Junta desestimó o no de forma oficial aquella iniciativa. Sáenz de Miera reconoció ayer a este periódico que nunca llegó a saber qué pasó con el expediente que envió a la Junta. El arquitecto de la Catedral recuerda que en octubre del año 97 remitió al gobierno autonómico una ficha, acompañada por una memoria, con bibliografía, fotos y planos, en tres idiomas -castellano, inglés y francés- y que jamás obtuvo respuesta. Lío de peticiones Cecilio Vallejo, actual portavoz del PP en el Ayuntamiento, sostiene, en cambio, que la Unesco ya se pronunció sobre la Catedral de León y lo hizo negativamente. Era el año 94, meses después de que el Camino de Santiago hubiera sido declarado Patrimonio de la Humanidad. En su condición de arquitecto conservador de la Catedral -cargo que comparte con Sáenz de Miera-, Vallejo fue citado en Madrid. Recuerda que el encuentro tuvo lugar en la calle Barquillo. Un comité de expertos de la Unesco, integrado por tres franceses y un belga, le sometió a un duro interrogatorio, tras haber estudiado su informe. «Una semana después me dieron las conclusiones», dice. Básicamente, «se oponían a que la Catedral de León fuera declarada Patrimonio de la Humanidad con el argumento de que el templo gótico estaba amparado por el título recién concedido a la ruta jacobea, al ser uno de los hitos importantes de esta vía de peregrinaciones». De momento, Evelia Fernández ha supeditado cualquier decisión a las explicaciones de la Junta. De cualquier forma, aunque la Unesco hubiera denegado la declaración a la Catedral y no en cambio a un elemento tal singular como las vidrieras, no existe ningún impedimento formal para volver a intentarlo. De hecho, el año pasado la dualidad urbana y cultural que conforman las localidades andaluzas de Úbeda y Jaén merecía tal reconocimiento de la Unesco, después de un intento fallido. Fernández ha recibido ya algunas ideas y propuestas de los ocho expertos que elaboran la candidatura de la Catedral: Antonio Trobajo, vicario espiscopal de Relaciones Públicas del Obispado; Luis García Zurdo, director del Taller de Vidrieras; Mariano Díez Sáenz de Miera, arquitecto del Plan Director de la Catedral; Víctor Nieto Alcaide, presidente de la asocación Corpus Vitrearum; Manuel Valdés y María Victoria Herráez, catedráticos de Historia del Arte; Dolores Teijeira, profesora de Historia del Arte; y Máximo Gómez Rascón, secretario técnico de Arte Sacro del Obispado. Todos ellos coinciden en que es fundamental el hecho de que la Catedral fuera el primer edificio declarado Monumento Nacional en España, en 1844. Ninguno ha puesto repartos tampoco a que sea la Catedral en su conjunto y no exclusivamente las vidrieras la que busque la protección de la Unesco. «Queremos dar pasos seguros y no precipitarnos», afirmó la concejala de Patrimonio.