Los cuadros de la autora están llenos de mensajes y vivencias propias
La pintura con acento poético de Lucía Fontanilla, en Sardón
Los niños forman parte importante de la obra que expone esta artista
Lucía Fontanilla edifica su pintura verso a verso. Cada pincelada una palabra, cada perspectiva un verso, cada rayo de luz un poema y cada cuadro un pequeño libro contado en imágenes, una historia cotidiana en la que la sonrisa de los niños está siempre presente. Los críticos destacan en la pintura de Fontanilla su acento poético. «Y también los escritores y los poetas que la contemplan comentan -asegura- que tiene mucho misticismo, pero eso tienen que decirlo que vengan a verla, deben interpretarla según lo que les comunique, según las emociones que inspire a cada uno». Sus cuadros están repletos de mensajes. «A mí -dice- me gusta relatar las cosas que he vivido, las impresiones que he sentido, intento contárselas a la gente que ve mis cuadros». Sorprende el interés que la pintora manifiesta por los niños tanto como la maestría con la que los retrata. «Es que yo he estado siempre rodeada de niños. Me casé muy joven y he tenido cuatro niños, tengo cuatro nietos y vivo en un sitio que está rodeado de colegios... así que tengo niños por todas las partes. Y además me gustan mucho». Estudios En cuanto a su pequeña historia como pintora nos explica que «ya de pequeña tenía mucho interés y conseguí varios premios en mis tiempos de colegiala. Creo que allí comenzó mi afición. Luego estudié con el gran pintor Vázquez Díaz y en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, haciendo dibujo, grabado, óleo... he ido a muchas escuelas y he aprendido prácticamente todas las técnicas, todo me ha interesado y todo lo he tocado en algún momento». La pintura de Lucia Fontanilla tiene rasgos muy personales, pero en algunos de sus cuadros parece deleitarse en un ejercicio de difícil academicismo. «Ciertamente en algunos momentos pinto cosas al estilo clásico, las personas que sentimos como artistas tenemos visiones de las cosas muy distintas, cada momento nos pide ser plasmado de una manera diferente». Asegura la pintora que en sus obras la mejor cualidad es la conjunción del dibujo con el color y la composición, que «un cuadro debe de ser el resultado de un cúmulo de cosas, pero lo importante es saber pintar, tener oficio, conocer lo materiales y saber al dedillo el proceso de esta profesión que es muy complejo y muy largo de aprender». La exposición puede verse en la Galería Sardón de lunes a sábado, de 11,00 a 13,00 y de 18,30 a 23,30 horas