Pitillos

LOS INFORMATIVOS del martes lo situaron en parrilla de salida: en Irlanda fumar en los pubs ya es delito. Tanto al propietario del local como al fumador, les caerá un paquete monetario si infringen la norma. Era una medida anunciada que pronto tendrá efecto dominó sobre el resto de los países occidentales. Cuestión de tiempo. Quizá por eso, por lo que la noticia tenía de insólita y porque la opinión pública está muy sensible al tema, los informativos le dieron categoría de noticia. Pero lo curioso del tema es que recibió un tratamiento aséptico, y se desperdició otra ocasión de hacer pedagogía a cuenta del asunto. Eso de informar para formar o lo de formando, informando, cada vez está más cerca de la utopía. Decir a alguien que deje de fumar o que el tabaco es perjudicial para su salud y de quienes les rodean, no parece suficiente. Todos sabemos lo que implica en costes laborales, un frenazo a la industria tabaquera. También que las haciendas públicas ingresan una pasta por los impuestos que calzan al pitillo. Sin embargo, en la mayor parte de las cadenas, la noticia se quedó con la superficie de lo acontecido en Irlanda. Planos del interior de algunos pubs con esa atmósfera neblinosa que aparecía tradicionalmente asociada a su imagen, y gente fumando. Pero el tono era más anecdóticos que trascendente