Cerrar

Actor

«Me gusta que me den papeles raros»

Este intéprete de fisonomía inconfundible pasa de colaborar con el programa de Fuentes a trabajar en «Un, dos, tres»

Publicado por
Mercedes Rodríguez - madrid
León

Creado:

Actualizado:

En:

Un aciago día Enrique San Francisco se dio un fuerte trastazo con su moto y ahora se encuentra en un lento período de recuperación. Pero eso no le impide desarrollar un trabajo intenso. Este veterano actor de oficio, con más de 40 películas en su filmografía, se ha incorporado al equipo de Un, dos, tres después de haber pasado por La noche de Fuentes y Cía o El Club de la comedia y de haber presentado su propia función, el monólogo Francamente, la vida según San Francisco. -Lleva un año y medio con muletas y en silla de ruedas y le queda otro tanto. ¿Cómo ve la botella, medio vacía o medio llena? -Estoy aquí, he tenido suerte porque no me han quitado la pierna. Soy una persona muy positiva y, además, no paro de trabajar. -A los 8 años intervino en la obra «Sueño de una noche de verano». ¿Tenía tan claro que quería trabajar en esto? -Yo en la función de Sheakespeare salía disfrazado desde un decorado de bosque y me lo pasaba bomba. Lo recuerdo como un juego fantástico. Y empecé por casualidad porque me llamaron para un anuncio. Al ser rubio y con ojos azules llamaba la atención en medio de una España subdesarrollada. Los niños con pintas de extranjeros eran lo que más gustaba. Así, salí en Las que tienen que servir y en Lulú . -¿Pero quién le introdujo en tanto espectáculo? -Mi madre trabajó en el circo, era patinadora y mi padre es actor. Al final, me empezaron a llamar tanto para actuar que mi madre decidió sacarme de la interpretación porque no estudiaba nada. -Entonces fue su aspecto físico el que llamó la atención. -No sé. ¡Hombre!, ahora me puede condicionar que soy bastante feo, pero de pequeño era muy guapo. Me dan papeles de tipos raros por mi apariciencia, pero eso me gusta. -En sus monólogos y otras intervenciones parece usted un hombre escéptico. -Soy escéptico porque me considero realista. Pero tampoco soy un aguafiestas, todo lo contrario. La realidad me parece que es más jodida pero también más divertida. Es lo que hay. -¿Se toma la vida con ironía o algo en broma? -Después de los atentados del 11-M no está la vida como para tomársela a broma. La vida es muy seria pero también de las desgracias sale el humor. Cada chiste encierra una desgracia, aunque me tomo la vida con ironía porque hay que seguir. -¿Ha creado su propio personaje? -No hago de mí mismo nunca. ¡Yo soy actor!

Cargando contenidos...