Fallece la viuda del artista
La leonesa Esperanza de las Cuevas, viuda de José Vela Zanetti, murió en Madrid a los 86 años de edad. Era la segunda esposa del pintor, con la que se había casado en 1954 en Santo Domingo
La viuda del pintor José Vela Zanetti, la leonesa Esperanza de las Cuevas Canillas, falleció anteayer en Madrid a la edad de 86 años, según informó Eduardo Aguirre, secretario de la Fundación que lleva el nombre del artista, burgalés de nacimiento pero muy estrechamente vinculado desde su adolescencia a la capital leonesa. La causa de la muerte de la que fue segunda y última esposa del artista no fue precisada, aunque Eduardo Aguirre sí recordó que ambos habían contraído matrimonio en el año 1954, en una ceremonia que tuvo lugar en la República Dominicana, donde el famoso muralista se había exiliado tras la Guerra Civil. Vela había combatido en el bando republicano durante el conflicto bélico y se había involucrado muy activamente como ilustrador, escritor, intelectual y soldado tanto en los trabajos del frente como en el de mantenedor de la moral de los combatientes. Esperanza de las Cuevas se convirtió, durante la etapa del forzoso exilio dominicano del pintor, en su segunda esposa, pocos años después de que José Vela Zanetti se hubiese separado de su primera mujer, la polaca Sacha Goldberg, con quien tuvo dos hijos, llamados María y José. Amistad juvenil Según relató el secretario de la Fundación, la primera toma de contacto entre el pintor y Esperanza de las Cuevas se remonta a su época de juventud, cuando ambos vivían en la capital leonesa. Fue precisamente ella quien, varios años después y desde su cargo de secretaria del Gobierno Civil en León, tramitó el visado que le permitió a José Vela Zanetti regresar a España cuando la Guerra Civil le sorprendió, circunstancialmente, en la capital portuguesa. Tras varias décadas sin entablar relación alguna y desde su exilio político en la República Dominicana, el muralista retomó el contacto con Esperanza de las Cuevas poco tiempo después de separarse de su primera esposa, lo que derivó en su matrimonio en 1954, un año después de su reencuentro. A comienzos de la década de los sesenta, el matrimonio regresó a España; desde entonces, las distinciones honoríficas y las exposiciones se sucedieron para su marido, sobre todo a partir de los últimos años ochenta y noventa hasta su muerte en el año 1999. La viuda de José Vela Zanetti, a quien Eduardo Aguirre definió como «una mujer ejemplar, demócrata, progresista y adelantada a su época», mantenía contactos periódicos con la fundación leonesa que lleva el nombre del artista, a la que había donado numerosas obras de su marido, la última de ellas, un autorretrato del artista en el que Vela mostraba el profundo amor que profesaba hacia ella.