De «romanos»

FIELES a la tradición, como toda Semana Santa que se precie, esta columna ha de ocuparse un año más del cine «de romanos» que las televisiones entienden obligado por estas fechas. Traiciona el subconsciente a los programadores, seguramente marcados por aquello que el extinto franquismo, primero impuso a los exhibidores y más tarde se mantuvo como costumbre hasta el inicio de los setenta. Y en un unas fechas marcadas por el estreno de la tremendista La pasión de Cristo, que está rompiendo taquilla pese a ser subtitulada (¿Pero no quedáramos en que los subtítulos son un incordio...?), tampoco se podía renunciar a dar cine religioso. Entre mañana y pasado, La Primera emitirá la aparatosa La historia más grande jamás contada (George Stevens, 1965), la notabilísima Espartaco (Stanley Kubrick, 1960) y uno de los primeros peplums del género, Quo Vadis (Mervyn LeRoy, 1951). Las autonómicas de la FORTA optan por Ben-Hur (William Wyler, 1959) y Rey de Reyes (Nicholas Ray, 1961). Las privadas apenas entrarán al trapo. En todo caso son películas vistas una y mil veces, pero con una ventaja añadida: en muchos casos su duración es kilométrica y así cubren parrilla con generosidad. Que al menos sirvan para comparar lo mucho que difieren en su visión del calvario de Cristo con relación a la carnicería mostrada por Gibson.