Fernando Sebastián: «'La Pasión' hace reflexionar a los cristianos distraídos» El arzobispo de Toledo dice que Dios «se ha valido de Gibson»

El arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Fernando Sebastián, considera «excelente» la película La pasión de Cristo de Mel Gibson y destacó el «impacto que está causando en la conciencia distraída de muchísimos cristianos». Para el arzobispo, la pasión de Jesús, «el Justo ajusticiado, niega radicalmente la imagen del mundo inocente y feliz que la cultura del bienestar nos quiere hacer creer». En su última entrega de Cartas desde la fe , Sebastián afirma haber visto una película, que, a su juicio, ha conseguido poner la pasión de Cristo en el «centro de atención universal». Sobre el impacto en los cristianos, asegura que muchos se sienten «removidos, como si se reavivaran sus raíces cristianas y de pronto se dieran cuenta de cómo se estaban alejando de lo que llevan dentro de su corazón». En cambio, reconoce que los más alejados o no cristianos se sienten molestos por que «en este mundo ingenuo y placentero aparezca de pronto la tragedia de un Mesías doliente». Para Sebastián, salvo dos o tres escenas accesorias, el resto de la película es fiel al relato que hay de los hechos, a través de los Evangelios. El arzobispo señala que los cristianos no necesitan ver ninguna película para saber cómo fue la pasión de Cristo, pero destaca que el «poder de las imágenes, la maestría del director y el arte de los intérpretes» recrea las situaciones con tal fuerza que «te hace comprender los relatos evangélicos de otra manera». Discrepa de que sea una película violenta. Al contrario, señala que no hay una exhibición gratuita de la violencia sino que el director pretende contar verazmente «unos hechos que fueron terriblemente violentos». «Endulzarlos sería falsificarlos», apunta. Las mismas preguntas El arzobispo sostiene que la película mantiene vivas las preguntas sobre el significado de la muerte de Jesús y cómo la vivió, cómo pudo asumirla «libremente con esa serenidad y esa increíble esperanza» o sobre el odio de los judíos. Así, Sebastián señala que Jesús intentó manifestar la bondad y el amor paternal de Dios como fundamento y horizonte de la vida humana, lo que no entendieron los dirigentes del momento, «bloqueados en la imagen de un Dios de imposiciones legales y externas, un Dios propio y exclusivo de los judíos, que dividía a los hombres en elegidos y no elegidos». Añade, además, que en este ambiente, Jesús acepta la voluntad de Dios, que no es otra que ofrecer a los hombres el conocimiento de la verdad de Dios. Señala que la pasión de Jesús, con la flagelación, corona de espinas, subida al Calvario y el sufrimiento en la cruz, sirvió para «abrir para todos los hombres el camino de la vida verdadera, justa y eterna». Para el arzobispo de la capital navarra, la pasión de Jesús, «el Justo ajusticiado, niega radicalmente la imagen del mundo inocente y feliz que la cultura del bienestar nos quiere hacer creer». «La verdad -prosiguió- es que los hombres somos egoístas y crueles y que la justicia y la fidelidad, en este mundo, tienen que pasar por el crisol del sufrimiento injusto», comentó Fernando Sebastián, que concluye su reflexión calificando de «bienvenida» la película «si va a ayudarnos a entender mejor a Jesucristo, a quererle más, a serle fieles y colaborar en la recreación de una humanidad nueva», resumió el religioso. El arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares, señaló esta semana, después de ver la última película dirigida por Mel Gibson, que La Pasión «está siendo un verdadero anuncio del Evangelio en un mundo necesitado, que provoca conversiones de gente destruida, de gente que es desecho de la sociedad». «Dios se ha valido de este hombre (Gibson) y del equipo de actores que con él han colaborado para anunciar en estos momentos a la humanidad entera algo que necesita conocer», dijo, a preguntas de los medios, Cañizares, quien señaló que el sufrimiento de Jesucristo «se queda corto comparando todo lo que describe Gibson, mágnificamente y fidelísimamente». Por otra parte, defendió que el actor y director presta «un gran servicio, al presentarnos un Cristo real y una Pasión real, que no va contra nadie, sino que desvela el abismo de amor y de misericordia de Dios para con nosotros, porque es por nosotros». Para el arzobispo, esta película «es un mensaje de esperanza en este mundo tan convulso, tan violento. El que la película de Gibson nos haga pensar a todos sobre el hombre y para estar a favor del hombre, y nos haga ver a todos que el camino que lleva esta humanidad no es tal, que trata de descartar a Jesuscristo de la faz de la tierra no es el camino por el que será conducido». De otro lado, criticó que, en algún medio de comunicación, hayan aparecido artículos blasfemos, «en contra de Jesucristo y de la Pasión como si eso fuese mentira». También rechazó el «verdadero ataque a lo que es la fe» que realizó una serie de televisión -en referencia a Los Serrano - afirmando que «ese no es camino». «No podemos inventar la historia, y hoy no podemos eliminar de la faz de la tierra que el hijo de Dios se hizo carne, aunque algunos traten de hacerlo. Los hechos son los hechos», concluyó.