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Actuará acompañada por la Orquesta Sinfónica de Castilla y León

Natalia Gutman, mito del chelo del siglo XX, toca en el Auditorio Viaje a la semilla con el Trío Guarneri

Bajo la dirección de Alejandro Posada, interpretarán obras de Gombáu, Conrado del Campo y Strauss

EDUARDO GONZÁLEZ-PURAS

Publicado por
Miguel Ángel Nepomuceno - león
León

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La extraordinaria violonchelista rusa Natalia Gutman ofrecerá esta noche, junto a la Orquesta Sinfónica de Castilla y León, dirigida por su titular, Alejandro Posada, un programa dedicado íntegramente a la figura del Quijote. En atril obras de Gombáu, Don Quijote velando las armas; Conrado del Campo, Evocación de los molinos de viento; y de Richard Strauss, su extraordinario poema Don Quijote. Natalia Gutman (Kazan) inició sus estudios musicales con su abuelo, Anisim Berlin, y con la profesora Galina Kozolupova, a muy temprana edad. Sin embargo, la influencia artística más significativa dentro de la personalidad musical de Natalia Gutman viene de su profesor, Mstislav Rostropovich, de su paternal amigo, el desaparecido Sviatoslav Richter y de Oleg Kagan, su marido y famoso violinista que murió en 1990. El Maestro Richter expresó en una ocasión su admiración hacia Natalia Gutman diciendo: «...Es la encarnación de la honestidad en la música». En 1967 recibió el Primer Premio del Concurso ARD de Munich. Este premio marcó el inicio de su carrera internacional. Desde entonces ha actuado en los cinco continentes, con las orquestas más prestigiosas de todo el mundo, como las orquestas filarmónicas de Viena y Berlín, todas las orquestas de Londres, la Orquesta Filarmónica de Munich y la de San Petersburgo, la Concertgebouw de Ámsterdam, y la Gewandhausorchester Leipzig, entre otras. Participa regularmente en festivales tan importantes como el de Salzburgo, Berlín y el Wiener Festwochen. Hora: 20.30. Lugar: Auditorio Ciudad de León. Precio: 9 euros (platea) y 6 (anfiteatro). El Trío Guarneri de Praga ofreció anoche un extraordinario concierto en el Auditorio Ciudad de León con obras en el atril de Mendelsshon, Haydn y Dvorak, dentro del más puro estilo camerístico del pasado siglo. Su brillantez, comunicatividad y calidad fueron las bazas más importantes a la hora de valorar una interpretación que, si se distinguió por algo, fue por la exquisita musicalidad de cada uno de sus componentes, auténticos virtuosos en sus respectivos instrumentos. Un Auditorio con alrededor de media entrada premió la extraordinaria labor de estos singulares músicos checos. | m.a.n.