Umberto Eco abre la polémica: «Mona Lisa pudo ser un travesti»

La Mona Lisa, es cierto, es el cuadro más admirado y visitado en el Louvre de París y los admiradores de la imagen pintada por Leonardo da Vinci no se ruborizan cuando afirman que es la mejor obra de arte del mundo de la pintura, simplemente un cuadro perfecto. Otros expertos le atribuyen al cuadro de Da Vinci propiedades misteriosas y también hay quienes afirman que la pintura oculta mensajes crípticos. ¿Pero quién se habría atrevido a decir que la hermosa y misteriosa modelo del gran artista italiano era un travesti? Nadie, hasta que Umberto Eco, el famoso escritor italiano, se atrevió a sostener en una entrevista con el suplemento del periódico Süddeutsche Zeitung que la famosa Mona Lisa era eso, un hombre disfrazado de mujer y que jamás habría cenado con ella, ni menos con la Venus de Milo. «No me hubiera gustado cenar con ninguna de las dos. La Venus es demasiado musculosa y la Mona Lisa pudo haber sido un travesti», señalaba el autor de El nombre de la rosa al responder a una pregunta acerca de cuál de las dos grandes figuras del arte consideraba más bella. «Si hay algún personaje femenino de la historia del arte con el que me gustaría encontrarme sería con Ute de Naumburg, el famoso icono alemán del siglo XI, o con la Dama con Hermelin, de Leonardo», añade el escritor de 72 años. Eco, conocido por su afición a la ironía, no precisa de dónde obtuvo la información sobre la identidad secreta de la Mona Lisa, ni tampoco si su afirmación está basada en un estudio científico o es una simple tomadura de pelo. Pero Eco también es famoso por ser dueño de una cultura casi universal y por su pasión por la lectura. «Historia de la belleza» La biblioteca personal del escritor abarca 30.000 volúmenes y una de sus obras más recientes lleva el titulo de Historia de la belleza , un libro donde el escritor intenta mostrar cómo los criterios de la belleza y la fealdad han ido evolucionando con el tiempo. ¿Descubrió Eco el secreto mejor guardado de Da Vinci a lo largo de su trabajo de investigación para escribir su libro? Silencio. Eco, en cambio, prefiere afirmar que los conceptos de belleza y fealdad siempre tienen que ver con una época determinada. «Si Rubens hubiera tenido la posibilidad de ver un cuadro de Picasso, naturalmente lo habría encontrado espantoso», afirma el escritor. Eco, quien no se ruboriza cuando dice ser un hombre cultivado, confiesa que sus gustos artísticos no están marcados por una preferencia única. «Puedo amar la pintura de Rafael y la de Picasso, pero a causa de mi formación me siento más inclinado por el arte de la Edad Media», dice. «Pero si me dan a elegir como regalo entre un cuadro de Rubens o de Breughel, escogería a Breughel», aunque no le habría gustado vivir en esa época.