Los cambios

SEAMOS optimistas y creamos que los pasos hacia un nuevo Estatuto para RTVE, llevarán a otro modelo de televisión pública en el sentido más amplio: de todos y para todos. Dice el tópico que soñar es gratis, pues soñemos. Que ZP haya nombrado a la teórica Carmen Caffarel para dirigir el Ente mientras una comisión traza una propuesta de modelo, puede tener algunos efectos en el medio plazo, por ejemplo en objetividad informativa, y sobre todo en la progresiva marginación del «corazón» de TVE para que, con su liderazgo, el telespectador valore las excelencias de contenidos más racionales e inteligentes, que son cualidades compatibles con divertir y entretener. Podrá creerse que una «higienización» de la parrilla en TVE, será la coartada perfecta para que las privadas intensifiquen la telebasura y llevarse a la audiencia menos exigente. No hay precedentes de tal cosa. Cuando en la sociedad se instala un deseo de cambio, ni la televisión resiste el impacto. Fue tanto el despropósito, de tal calado la degradación de las parrillas y de tal profundidad su intrascendencia, que hasta un debate sobre el Ulyses de Joyce sería recibido como agua de mayo... Es tiempo de cambios. Va siendo hora de que todo ese jentío (de jetas) de lenguas viperinas, y de indocumentados, engrosen las listas del Inem.