El abogado Pablo

SE HACE POCA ficción de época porque las productoras prefieren hacer caja con sitcoms de grabación rápida y barata. Series de usar y tirar que apenas resisten una reemisión por la conyuntura de sus tramas e incluso de sus diálogos. Es la tendencia dominante en las televisiones españolas, entre otras cosas porque la audiencia prima el humor con cifras espectaculares, que es lo que buscan las emisoras. Eso de producir «a la británica» parece anacrónico, cando realmente es un desafío que pocos se atreven a afrontar. As leis de Celavella confirma como un serial de notable factura puede cuajar en un target de audiencia que pide algo más que carcajadas a destajo. A lo mejor resulta que TVG está llegando a un público alejado de su oferta por norma y costumbre. Las peripecias del abogado Pablo y su ayudante Matilde, se alargaron durante varios episodios hasta aclarar el misterioso crimen de Celavella. Y desde anteayer, siguen en antena con historias independentes tomadas de autores y tramas del XIX. Emitida la primera, se confírma la misma linea de reconstrucción de la Galicia de los años 20, y promete ir a más. Ya no tiene el inconveniente de seguir el hilo de la trama semana a semana, optando por el estándar de las tramas cerradas. Pero sobre todo apuesta por la calidad visual que permitirá a As leis de Celavella futuras reemisiones sin que la carcoma se apodere de sus planos.