La asociación de defensa del patrimonio ofrece charlas e información hasta el próximo domingo
Promonumenta recoge firmas para las vidrieras en la Feria del Libro
La cita literaria abre sus puertas a otras iniciativas que estén relacionadas con la cultura leonesa
Los talleres infantiles gozan de gran aceptación
Los visitantes de la Feria del Libro, que permanecerá abierta en la Plaza de San Marcelo hasta el próximo domingo, podrán contribuir a la petición para declarar las vidrieras de la Catedral Patrimonio de la Humanidad dejando su firma en las mesas que se han instalado al lado de las casetas. Así lo decidieron ayer los organizadores del evento, de acuerdo con la asociación de defensa del patrimonio Promonumenta, según explicó el presidente de la Asociación de Libreros de León, Héctor Escobar. «La feria tiene que intentar dar cabida a todo tipo de actividades culturales, más allá de las propiamente literarias», manifestó Escobar, para quien el patrimonio «tiene un hueco especial en esta iniciativa porque con el paso del tiempo nos iremos dando más cuenta de que ese es el verdadero potencial de la provincia». Desde ayer, y hasta el próximo día 2, los responsables de Promonumenta permanecerán cada día de 18.00 a 22.00 horas en la Biblioteca del Nuevo Recreo Industrial para informar a cuantos quieran acercarse de la situación del patrimonio leonés y de las actuaciones que esta sociación está llevando a cabo. Agustín Suárez, presidente de Promonumenta, destacó ayer que el objetivo de su presencia en la Feria del Libro es «llamar la atención sobre las necesidades del patrimonio leonés». Ayer, por ejemplo, un nutrido grupo de espectadores escuchó la demuncia de esta asociación sobre el estado de cuatro monumentos provinciales que consideran fundamentales, «porque realmente diferencian a León del resto de su entorno». Se trata, según Suárez, de los canales romanos de Llanos de la Rivera; las vidrieras de la Catedral; la iglesia paleocristiana de Marialba y San Migel de Escalada. «Todos ellos exponentes únicos, que lejos de conservarse y cuidarse como ocurre en otros lugares están en un estado de abandono que en algunos casos amenaza incluso su supervivencia». «Creemos que personas con la suficiente sensibilidad para acercarse a la Feria del Libro deben conocer esta situación», añadió Suárez.