| Reportaje | La música más «cañí» |
El Fary calienta con su mejor arte una gélida Plaza de Toros
Apenas un millar de leoneses acudieron anoche al León Arena para presenciar un concierto en el que el conocido cantante madrileño desgranó todos sus grandes éxitos, entre ellos «El toro guapo»
A las diez en punto apareció sobre el escenario del León Arena José Luis Cantero, El Fary. La exquisita puntualidad del cantaor madrileño, que antes de saborear el éxito se curtió vitalmente trabajando como camarero, aprendiz de torero, jardinero, repartidor de fruta o taxista, puso de manifiesto una vez más el respeto que muestra ante su público y su arte. Una audiencia, apenas un millar de personas, que recibió entusiasmada la aparición del heredero de Rafael Farina al grito de «ese Fary» y entonando olés. Tras el primer tema, en el que hizo gala de su incuestionable poderío vocal llevando sus famosos requiebros hasta límites insospechados, José Luis se dirigió al público agradeciéndole su presencia y haciendo bromas sobre el desolador aspecto que ofrecía el coso leonés. «Jugando el Madrid, haciendo frío y siendo la hora de la cena, estáis los que teníais que estar. Me voy a entregar a vosotros en cuerpo y alma». Tras los gritos y palmas de sus seguidores, que no dejaban de lanzarle piropos, con primeras y segundas intenciones, el intérprete del Torito guapo provocó la hilaridad del respetable afirmando que «yo, jugando el Real Madrid, no voy a ver ni a Barbra Streissand cuando era guapa». Historia de la música Gente de todas las edades (aunque había predominio de público maduro, el mayor entusiasmo lo mostraban los más jóvenes), se dejaba embaucar por una propuesta musical que forma parte de la historia de la música popular española. Como una alondra, Paloma que pierde el vuelo, A mi madre, Yo me estoy enamorando y, por supuesto, El toro guapo y Apatrullando la ciudad, la canción que forma parte de la banda sonora de Torrente, sonaron en una cita presidida por el calor del público, «parece que somos muchos porque los aplausos suenan muy fuerte», y el fantástico sentido del humor del artista: «dicen que con los aplausos nos crecemos, ¡a ver si es verdad, porque buena falta me hace!». Más de tres décadas recorriendo los escenarios de toda España avalan la trayectoria de un hombre que ha ido escalando peldaños artísticos y vitales con una humildad que el público sabe valorar y apreciar. Desde que, siendo niño, alegraba su existencia escuchando y cantando las coplas que interpretaban el Niño de la Huerta, Pepe Pincho o Rafael Farina, El Fary ha sabido hacerse un hueco en la música española cultivando nuestro género más característico. El «pinchazo» sufrido en el concierto de ayer ha venido propiciado por el cúmulo de circunstancias que él mismo apuntó nada más empezar. Una muestra de su grandeza y su sabiduría.