Diez años de emociones

Kiyoshi Yamaoka está pidiendo a gritos, aunque con exquisita educación oriental, su incorporación a la extensa nómina de los artistas leoneses. En los últimos años ha participado en varias acciones ( Land art , El Apeadero), ha realizado espectaculares instalaciones (Universidad de León) y ha mostrado en algunas ocasiones sus obras (galería Tráfico de Arte). Su último acercamiento a la ciudad fue la inauguración del jardín japones La senda del Rey , dentro del conjunto de la nueva sede del Colegio Oficial de Arquitectos, en el Palacete de Gaviria. Y en el mismo lugar expone el eximio artista una magnifica colección de piezas de muy diferentes concepciones, que resume su trabajo de los últimos diez años. Yamaoka es un personaje entrañable que se apasiona pintando, haciendo esculturas o inventando historias en las que se mezclan personajes de la historia de su lejana patria con sus propias vivencias y sentimientos, representados primordialmente en sus yashiros , las delicadas casas-alma, que protagonizan muchas de sus obras. El artista tiene marcados fuertemente en su subconsciente los horrores de la guerra, que resume en citas quizá lejanas para el espectador occidental, aunque fáciles de reconocer si se observa con cuidado su iconografía. Pero, por encima de todo, Yamaoka es inventor de un complicado mundo espiritual lleno de símbolos, como la ceniza o el plomo, que nos cuentan cómo su alma transita circunstancialmente por un escenario efímero, por un mundo que está muy lejos de representar la eternidad a la que se ven abocadas las almas. A pesar de que ha vivido muchos años en España, Yamaoka piensa y siente en japonés y a la hora de trabajar, a la hora de comunicar sus sensaciones, lo hace empleando intenciones y símbolos que, a pesar de sernos ajenos, transmiten claros sentimientos de paz, sensaciones que demuestran que la creación artística está más allá de los idiomas y las civilizaciones. Confiesa el artista que las obras de esta exposición han permanecido durante mucho tiempo escondidas en la oscuridad del su estudio. «Estas piezas, no me explico por qué, no han salido a la luz hasta ahora, a pesar de que algunas tienen ya más de diez años. Para el artista es muy importante mostrar un conjunto que habla bien a las claras de la perspectiva de su trayectoria durante un largo periodo de tiempo, de sus conceptos y su filosofía». «Yo -confiesa el artista- empleo por una parte materiales muy diversos, como el plomo, el acero, la piedra, la escayola... y por otra parte la ceniza, en una especie de mezcla de la materia con los sentimientos». Yamoka tiene un importante proyecto para la ciudad leonesa. Muy pronto, si los presupuestos municipales lo permiten, que parece que sí, el artista japonés llenará el espacio de la gran cisterna que se encuentra en San Lorenzo, detrás de la Catedral, con un espacio Zen, el Jardín Zen de Yamaoka . Explica el artista que será como una prolongación del pequeño jardín realizado en Coal, aunque completamente independiente del mismo. «Se trata de llenar un solar que fue piscina hace dos mil años con una intervención artística. Yo no quiero copiar de los jardines japoneses. Será una obra minimalista en la que habrá unas grandes estructuras, posiblemente metálicas, con una gran superficie de piedras». Arte y gastronomía Yamaoka, además de artista plástico, es también importante artista culinario, y tiene en El Escorial una pequeña taberna en la que difunde la cocina japonesa. Por ello, el chef leonés Carlos D. Cidón ofreció en la inauguración un ágape en el que se mezclaron las delicias de la gastronomía japonesa con los mejores recuerdos de la cocina leonesa: «Ensaladas de flores con germinados, hojas frescas y una vinagreta de caramelo Ronchito , tacos lineales con pez espada y gelatina con mezcla de vino del Bierzo y soja, sopa hecha con arroz japonés y gambas a ajillo, pastel de castañas, brocheta de queso de cabra, frambuesas con helado de queso de Valdeón, brocheta de caracoles con conejo y salsa de setas de primavera.... y algunas cosas más». Horario: de 12.00 a 14.00 y de 19.00 a 21.00; sábados y domingos de 12.00 a 14.00. En la calle Conde Luna, 6.