Daaalí

«LOS GENIOS no deben morir ¡Quiero vivir! ¡Quiero vivir!». Si no fue así, fue parecido, pero eso dijo Salvador Dalí en una de las numerosas filmaciones que recuperó el documental Vivir para no morir que La 2 emitió en el night time del martes como parte de la noche homenaje a la figura del extravagante, poliédrico, irrepetible, y naturalmente genial maestro del surrealismo pictórico. Con ser un estupendo documental, el interés lo acaparó la obra teatral Daaalí que escribió y dirigió Albert Boadella con Els Joglars. La filmación corrió a cargo de Jordi Solanas. Una pieza magnífica que nos recordó que el teatro filmado también puede dignificar a la televisión. Boadella, que ya puso bajo su picota a iconos catalanes como Pla ó Pujol, no podía ignorar a Dalí. Con el artista en su lecho de muerte, y utilizando espacios escenográficos muy resultones a la cámara, la obra fue encadenando episodios reales con otros soñados, dando particular protagonismo al Dalí-niño. Los profanos en excelencias teatrales, sucumbimos ante el original espectáculo. Ahora que Estudio 1 se parece más a un episodio cualquiera de una de tantas sitcom al uso, clónicas a poco que se descuiden, lo de Daaalí fue todo un regalo. Teatro inteligente, que no es poco, sobre todo cuando la inteligencia se antoja opuesta a la televisión... por ahora.