Un happening musical por la paz

Sheva, el nombre de la banda que hoy llenará de sonidos ancestrales el claustro del Palacio de los Guzmanes, es portador de buena suerte. Significa siete, como el número de componentes del grupo, número cabalístico y mágico, presente en todas las religiones y en la mayoría de las tradiciones -los siete días de la Creación, los siete días de la profecía del diluvio y los siete pueblos que se salvaron; los siete sellos, los siete ángeles del Apocalipsis, las siete calamidades enviadas a la tierra, las siete islas consagradas a Proserpina....-. Sheva trata de esta manera de recuperar las raíces de cada uno de sus miembros con un objetivo común: conseguir sanar el alma del mundo a través de la fusión musical. La banda se creó en 1995 después de que sus miembros se encontraran en uno de sus viajes a través del mundo y decidieran instalar su cuartel general en Galilea, en el norte de Israel, «un lugar místico, que nos daba la oportunidad de trabajar con tranquilidad». De esta manera, Sheva basa su creación en la combinación y fusión de músicas originales de un gran número de culturas. Reggae, tradición oral del Oriente Medio, ritmos contemporáneos e instrumentos de todo el mundo consiguen una música inspirada en las raíces hebreas, árabes, cristinas y tribales. África, Oriente Medio, Turquía, India, Grecia o América son algunas de las fuentes de las que beben estos juglares contemporáneos. En el concierto que hoy ofrecen en el claustro de los Guzmanes participa además una bailarina parisina -Jasmine- de padres palestinos que «interpretará» la música de los siete en dos ocasiones, con una danza denominada Eelly. Asimismo, los componentes del grupo involucrarán al público en historias centenarias a través de las que los asistentes participarán en una experiencia próxima a los happenings del siglo pasado. La vanguardia del nuevo Israel Los integrantes de la banda invitan a todos los leoneses a integrarse en un espectáculo que, en sus palabras, «no es más ni menos que buena música y celebración de la vida». «Somos la vanguardia del nuevo Israel, porque entre los músicos no existe la guerra», destaca uno de ellos, El concierto comenzará con una antigua canción de origen yemení: un Aleluya que trata de englobar la felicidad en la que se enmarca todo el espectáculo. «Somos un gran melting pot; todo el que acuda a escuchar nuestra música se llevará una gran sorpresa», añaden. En 1998 Sheva comenzó una gira en Estados Unidos actuando de costa a costa. Tras su exitosa gira, fueron invitados por el Dalai Lama sl festival de música religiosa, en el que participaron en una colaboración especial con el nombre de Poesía de la Paz-música espiritual del Oriente Medio. Una combinación de textos bíblicos, sufíes y oraciones modernas por la paz se convierten en las manos y voces de Sheva en una experiencia que une cada una de las esquinas del mundo en un mismo planeta musical. Pues eso, para no perdérselo. Hora: 21.00. Entrada: gratuita Lugar: Palacio de los Guzmanes