Sangría en Gaza

SERVIDOR no recuerda cuántas, pero van la tira de columnas que no pueden evitar referencias al drama palestino y ese azote de nombre Sharon, que de no estar el mundo al revés deberíamos ver por televisión ante un tribunal. Los informativos de estos días no muestran otra cosa que la vandálica (y sangrienta) destrucción de centenares de casas en Gaza, al parecer porque ocultan túneles por los que circulan armas que matan hebreos. Lo peor del caso es que nos quedamos con las imágenes (es la historia de años, repetida con insistencia), mientras nadie intenta acotar tanto dislate. Imaginemos a los jóvenes telespectadores ante esas imágenes en las que un ejército potente arrasa por donde pasa, bombardea en nombre «del Estado», mata a ciudadanos desarmados, y todos lo toman por normal. Quizá los informativos lo ignoren, pero con esas imágenes a pelo y sin un comentario que afee una conducta moral reprobable, les educan contra la paz. Casas demolidas, cadáveres en las calles, soldados disparando a mansalva, y Sharon luciendo testosterona a la sombra del vaquero Bush. Puaff. Claro que no todos los hebreos son culpables de esas criminales machadas. Que lo echen. Europa en un puño y la boda de Madrid en medio de grandes medidas de seguridad por temor a un terrorismo que Sharon alimenta con pasión desenfrenada. La tele debiera hacer pedagogía informativa.