Las joyas que no volverán
Castilla y León cuenta con numeroso patrimonio histórico que se encuentra en museos y centros de fuera de la región, tanto en otras comunidades como en el extranjero, pero nunca se ha planteado reclamarlo debido a que pertenecen a un patrimonio español que llegó a esos lugares en circunstancias y situaciones determinadas que no son las actuales. Además, la Consejería de Cultura cree que se debe respetar la unidad de los lugares que los acogen y no sería de recibo reclamar objetos por el mero hecho de que fueran llevados a otros lugares, a pesar de su gran valor, según explicaron a Europa Press fuentes de este departamento. Procedentes de León De esta forma, la lista de obras de arte que se encuentran fuera incluye, entre otras, diversas piezas, mayoritariamente escultóricas, del románico al barroco, procedentes principalmente de las provincias de Palencia, Burgos y León que se encuentran en el Museo Federico Marés de Barcelona, de cuyas colecciones un altísimo porcentaje procede de Castilla y León. Asimismo, obras como las Glosas Silenses, que se encuentran en la British Library de Londres, el Beato de Tábara, en el Archivo Histórico Nacional de Madrid, o parte de las pinturas murales de San Pedro de Arlanza, que se encuentran en el Museo de Arte de Cataluña, en Barcelona, son piezas que viajaron fuera de la comunidad. Desde la consejería se afirma que estas piezas, aunque tienen su origen en Castilla y León, pertenecen a un interés general y son patrimonio español, pero no se pueden reclamar porque forman parte de otros museos, cuya unidad es un principio ineludible. Además, las mismas fuentes explicaron a Europa Press que la presencia de estas piezas en otros lugares responde a circunstancias históricas determinas y momentos en los que se permitían determinadas actuaciones, incluso en algunos casos se produjeron expolios, motivo por el que estos objetos llegaron hasta otros lugares. En esta línea, explicaron las mismas fuentes, producto de meras situaciones, se creó el Archivo de la Guerra Civil de Salamanca, que se ubicó en la capital charra, como podía haber estado en otro lugar, lo que se puede aceptar como el hecho de que obras de templos, iglesias o catedrales estén en otras provincias. Fondos con polémica Estas circunstancias, aunque no iguales, son similares a las que actualmente se ponen en cuestión con la devolución de los legajos del Archivo de Salamanca, pero situaciones parecidas también se dan entre países, como los fondos que conserva el British Museum de Londres pertenecientes a Egipto. Otros ejemplos de obras en museos de fuera de la región son una colección de estelas romanas de Lara de los Infantes y San Pedro de Arlanza (Burgos) y de la antigua Colección Chicote, de Valladolid, que se encuentran en el Museo Episcopal de Vic (Gerona) o las pinturas murales de Maderuelo (Segovia), que se custodian en el Museo del Prado. Las pinturas murales de San Baudelio de Berlanga (Soria) están repartidas entre el Museo del Prado, el Metropolitan Museum de Nueva York, al igual que una reja de la Catedral de Valladolid, y el de Bellas Artes de Boston, mientras que un cuadro de San Jerónimo Cardenal, de El Greco, procedente probablemente de la Catedral vallisoletana, pertenece a la Fritz Collection de Nueva York. San Miguel de Escalada La British Library de Londres también alberga entre sus fondos el Beato de Silos, mientras que el de San Miguel de Escalada y el de Las Huelgas están en la Pierpont Morgan Library de Nueva York. Por su parte, el Cantar del Mío Cid se custodia en la Biblioteca Nacional de Madrid, la Biblia de Guttenberg, procedente del Monasterio de Silos se encuentra en la Biblioteca de Leipzig (Alemania) o la Colección Carderera -grabados del monasterio de Valparaíso, en Zamora- también están en la Biblioteca Nacional de Madrid. Otras obras como un tríptico de Van der Weyden procedente de la Cartuja de Miraflores (Burgos), un León califal de Monzón (Palencia), unos «trullae» (cazos) de plata romanos procedentes de Uxama, otros elementos califales o incluso la sillería mudéjar del monasterio de Gradefes (León) están en otros lugares diferentes a los que los acogían originalmente.