Las europeas

FINALMENTE La Primera emitió un breve informativo al término de Cuéntame... y antes de Ésta es mi historia, pese a que la parrilla suministrada a los medios veinticuatro horas antes nada incluía sobre una cobertura especial del inicio de la campaña electoral para las elecciones al Parlamento Europeo. Por el contrario, TVG si lo anunciaba. En ambos espacios se limitaron a conectar con los actos centrales de las principales formaciones políticas y algún breve subrayado. Algo parecido habrán hecho el resto de televisiones públicas, porque a las privadas, el tema les importa lo que un dólar menos a Bill Gates... Quizá un mal síntoma. Que hace apenas dos meses, la sociedad española pasara por unas elecciones de intensidad poco habitual, y que Europa sigue estando lejos para el ciudadano por muy lamentable que parezca, son hechos que juegan a la contra de la cita del próximo 13. Si quitamos el morbo de comprobar si se repiten o se alteran los resultados del pasado marzo, lo demás suena a hueco. Se percibe en el electorado una indiferencia preocupante. Puede que la responsabilidad nazca en los propios partidos, pero el espectro mediático-televisivo también aparece como culpable. Así como en las pasadas Generales, las privadas se lo tomaban muy en serio, las europeas ni que fueran calderilla. Es lo que hay. Menos mal que La Primera promete debates. Quizá así.