INTERFERENCIAS
Lo de Alonso
YA ESTAMOS familiarizados con lo de pole position gracias al auge de la Fórmula 1 por el tirón del piloto Fernando Alonso, que Telecinco tuvo la habilidad de monopolizar en lo televisivo. Ayer tocaba desde el alemán circuíto de Nürburgring y la privada desplegó su habitual batería de tres comentaristas, con Antonio Lobato al frente, movidos por un afán didáctico que es de agradecer. Ellos y sus cámaras se mueven por boxes en los momentos previos a la carrera, y eso permite que los espectadores veamos las cosas de manera diferente a la asepsia que antaño presidían estas retransmisiones de TVE. Ocurrió con el tenis, después con el golf, también con el baloncesto... Cada vez que un deportista de elite logra proyección internacional, la televisión se moviliza y actúa de correa de transmisión en una campaña (no siempre mesurada) promocional que acaba por dar sus frutos a medio plazo a ese deporte. Hasta ahora, la pasión por la velocidad y el asfalto recibía más antipatías que simpatías, pero Alonso es ahora un ídolo, ya un icono publicitario. Quizá por eso Telecinco se sube al carro del motor pero añadiendo una componente didáctica para compensar aquella antipatía inicial. Que si la duración de los frenos, que si los neumáticos, que si el firme, en fin, que nadie lo habría dicho hace solo tres años...