«España nunca ha sido un país de enteros, sino de partidos, ese es el problema»

-¿Existen aún las dos Españas? o mejor, ¿Cree que existieron alguna vez? -Siempre existirá, lo que ocurre es que hay que recordar la historia más a menudo. La primera República duró un año y la segunda cinco por la sencilla razón de que no tenía acólitos. Los españoles no estaban educados ni sabían lo que significaba la República. La idea de las dos Españas, contrariamente a lo que se piensa, nació en el siglo XVII, y la unidad nacional nunca ha sido real. -Parece que la historia, o las historias vuelven una y otra vez. -Si, ese modelo parece que está volviendo. Pero piénselo de esta manera. Imagínese un a película. Varios pueblos geográficos que se unen contra los moros, llega el Imperio, Rebeldía de las naciones americanas, pérdida de la esperanza en el 98... La pérdida de la unidad ya está dentro. Lo que ocurrió fue que no se consolidó la unidad, no se gobernó para conseguirla cuando ésta debería haberse fraguado. Véalo de esta manera: En el siglo XVI, las naciones europeas se preocuparon por su desarrollo y bienestar, mientras que en España los reyes se convirtieron en instrumentos del cristianismo, olvidándose de su propia nación. Una frase como la que recoge el himno alemán: «Alemania por encima de todo» es impensable en España. Nunca hemos sido un pueblo de enteros, sino de partidos. A Unamuno le pasaba lo contrario, por eso acabó así. -¿Cuál cree que será nuestro futuro? ¿Seguiremos siendo un país partido por la mitad? -Es difícil hacer predicciones. Los grandes historiadores que han tratado de hacerlas, han tenido grandes fracasos. El futuro solo se hace real cuando deja de serlo; esto es, cuando se hace presente, y si no piense usted en lo que ocurrió el 14 de marzo. Todo el mundo estaba seguro de que ganaría el PP, pero explota un tren en Madrid y todo cambia. -Es como Dios jugando a los dados -Si, algo con lo que, por cierto Einsten no estaba de acuerdo.