¿Debate?

NO. FUE MÁS una partida de ping pong entre dos contendientes que iban cada uno a su bola. Tele 5 recuperó para el madrugador prime time del martes (entre las nueve y las diez de la noche), un formato hacía mucho tiempo desterrado de las televisiones españolas. Un cara a cara entre los dos contedientes principales a la Europeas del próximo día 13. Borrell y Mayor, Mayor y Borrell. Hasta el moderador Pedro Valentín hizo de tripas corazón para asumir su papel de convidado de piedra, un simple árbitro que se limitaba a marcar los tiempos. Y los candidatos, rígidos, estirados, demasiado aleccionados por sus consejeros. Les imaginamos horas antes escuchando a sus expertos, que deben mirar así o asá, que no hagan esto lo otro, que la cámara es muy cabrona, que no caigan en las trampas del rival, que miren poco a los papeles, que no bufen, que no resoplen, que no se rasquen... Y claro, tú que estás apoltronado en el sofá aguardando a escuchar algo nuevo y a verlos como son, como es cualquiera reaccionando con la espontaneidad y el factor genético de los mortales, te quedas con sus poses light , de diseño. Conclusión: si de verdad hay interés en recuperar algo tan loable como los debates, que los asesores se queden en casa y que ellos se líen. Sí, que se den de leches, que se puede hacer eso sin cargarse el buen rollo. No fue un debate, fue un monólogo a dos.