La literatura desconcertante y novedosa de Teresa de Jesús

«Hace falta trastornar la retórica», decía Teresa de Jesús, que aplicaba a su escritura «el mismo principio radical de libertad que regía la actitud de su espíritu. Por eso su literatura resultaba tan desconcertantemente nueva», indica García de la Concha, autor de «El arte literario de santa Teresa», «Nueva lectura del Lazarillo de Tormes» o «La poesía española de 1935 a 1975». Fue Unamuno quien dijo que «la mística es, en su mayor parte, filología, lingüística» y que «la lengua española pensó y sintió a Dios en santa Teresa», recuerda García de la Concha en su libro, cuyo título juega con unos versos de San Juan «Vuélvete, paloma/ que el ciervo vulnerado/ por el otero asoma/ al aire de tu vuelo, y fresco toma»). También san Juan buscó trastornar la retórica. «Su escritura fue rigurosamente fundacional», afirma el director de la Real Academia Española, para añadir que los primeros poemas sanjuanistas en nada hacían presagiar «las cimas de la lírica» que vendrían después. «Sigue siendo un misterio para nosotros dónde pudo él adquirir y perfeccionar la técnica depuradísima que le permite escribir piezas tan sublimes» como Cántico espiritual, Noche oscura del alma y Llama de amor viva. En los capítulos dedicados a Fray Luis, que descubre la hondura de significado espiritual del Cantar los Cantares , García de la Concha ha querido poner de manifiesto «lo que significó la obra de los hebraístas salmantinos, dentro de ese gran movimiento de libertad del espíritu». Y «para darle fondo a todo el libro», concluye con el poema de Calderón, «uno de los más extensos del siglo de Oro» y en el que el gran escritor «se queda a las puertas de lo que puede ser la experiencia interior».