Más de un centenar de expedientes de leoneses juzgados por masonería

La documentación que guarda el Archivo General de la Guerra Civil se divide en dos secciones: la especial y la político-social. En la primera de ellas, denominada también masónica, se recoge toda la documentación incautada a las instituciones de este tipo, así como los informes que se elaboraron en los departamentos del régimen. Está estructurada en tres tipos de expedientes «informativos»: personales, de logias y de asuntos; así como un Fichero General Masónico que se resume en 180.000 fichas. Entre esa documentación se encuentran expedientes de alrededor de un centenar de leoneses, investigados por masonería. Todo ello estuvo a disposición del Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo, en el que no faltaron procesos a supuestos miembros de las logias leonesas. La actividad masónica también se producía en Astorga, de hecho la Jefatura del Servicio Nacional de Seguridad envió en diciembre de 1938 al delegado de Estado para la Recuperación de Documentos en Salamanca fichas relacionadas con los masones astorganos. En León el régimen franquista y su actitud antimasónica llevó a los tribunales, incluso a la cárcel, a muchos de los masones locales (o a algunos que no lo eran), o tuvieron que seguir los procesos de la «depuración» o de la «retractación». De hecho, fueron juzgados como masones muchos cargos de relevancia del régimen republicano que profesaban ideas laicas o progresistas. El archivo del Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo conserva documentos de los juicios que siguió entre 1940 y 1963.