«Si no se aumenta la inversión en investigación, todo se vendrá abajo»

Margarita Salas es una eminencia en biología molecular. Su trabajo ha sido reconocido en todo el mundo y ha sido una mujer pionera en la investigación. Hoy continúa su trabajo científico en el departamento de biología molecular del instituto Severo Ochoa, uno de los promotores de su carrera. -¿En qué va a consistir la charla que dará hoy a cuantos asistan a la Sala Región? -Va a tratar acerca de las experiencias de una vida dedicada a la investigación. Hablaré de cómo comencé en este mundo gracias a la ayuda de Severo Ochoa, la fase doctoral en Estados Unidos, mi regreso a España en 1967 para desarrollar la biología molecular y cómo conseguí ayuda americana para poner en marcha el proyecto. -Uno de los temas recurrentes cada vez que hay elecciones es la escasez del presupuesto destinado a la investigación. -Si, la verdad es que es enormemente bajo. Tan sólo el 1% del PIB, que es la mitad de lo que se dedica en la UE. Sólo Portugal y Grecia están por debajo. -Y, con esa precariedad ¿Qué tipo de investigación se realiza en España? -En España se hacen milagros con la poca inversión que se realiza desde la administración. Los que más lo sufren son los jóvenes, cuyo futuro es muy incierto. Si la situación no mejora, todo el sistema se va a venir abajo. -¿La respuesta puede venir de la iniciativa privada? -La financiación privada es importante, pero es limitada por la sencilla razón de que en España hay poca industria. Es el gobierno el que debe hacerse cargo para romper el círculo vicioso. No hay investigación y no se genera industria. En este sentido, espero que la promesa de subir el 25% anual en los cinco años de legislatura hasta llegar al 2% del PIB se haga realidad. -Si, pero parece que la ciencia es algo demasiado difuso, que no se puede rentabilizar electoralmente. -Si, por eso es necesario firmar un pacto de Estado por la ciencia, porque se trata de algo que no se resuelve ni tiene efectos inmediatos a corto plazo. Es necesario que los nuevos gobiernos lo respeten, con lo que tendría que ser intocable. -¿Cuál es su percepción de la postura del nuevo gobierno en este punto? -Aún estamos a la expectativa. En general, puede decirse que ha habido poco asesoramiento y hay gente que está un poco molesta. En cambio, han tenido una gran decisión al poner a la cabeza del CSIC a un científico de gran valía: Carlos Martínez Alonso, un investigador excepcional con ideas brillantes. -¿Cuáles son las cualidades de un investigador? -Te tiene que gustar mucho; debes dedicarte al cien por cien a tu trabajo. Además, necesitas estar hecho de una pasta especial puesto que se trata de un trabajo con fracasos diarios, con lo que tu entusiasmo debe ser absoluto. Los éxitos compensan los fracasos. -¿Sigue trabajando en el fago Phi-29? -Si. Se trata de un virus bacteriano que infecta a Bacillus subtilis, una bacteria no patógena utilizada en biotecnología. Hemos conseguido una patente que amplifica el ADN. -¿Cuál es su opinión acerca de las últimas polémicas de la clonación? -Estoy a favor de la clonación terapéutica y en total desacuerdo con la clonación reproductiva. Desde luego, la selección de embriones para salvar a un hermano. No es que sea o no ético, es que se debe hacer. -¿En qué se diferencia un científico de su época de uno de hoy en día? -Entonces había menos posibilidades que hoy de hacer ciencia. Era más vocacional. Había menos medios, equipamientos y aparatos. Era, por decirlo de alguna manera, un trabajo más artístico. Ahora los científicos son menos vocacionales. Hoy en día se quejan, y hacen bien en hacerlo, pero nosotros éramos becarios honorarios, no se nos pagaba ni un duro. No pensabas en el futuro, salía como salía. -¿Cómo ve la vida desde su experiencia? -Estoy muy satisfecha con la vida que he llevado porque he hecho lo que me ha gustado. El comienzo no fue nada fácil, porque yo era mujer y se nos miraba con desdén. Hoy en día hay muchas mujeres en este mundo, aunque pocas en los puestos de dirección. -¿Está a favor de las cuotas? -En absoluto. La mujer debe salir adelante por sus propias capacidades, si bien el Estado debe ayudar en los aspectos que afectan a la maternidad. Yo no quiero cuotas.