La juventud del aprendiz de mago

Siguen a toda marcha explotando la franquicia cinematográfica basada en los famosos relatos de J. K. Rowling con el estreno de Harry Potter y el prisionero de Azkaban , una cinta que retoma las dos entregas anteriores ofreciendo sin embargo una nueva lectura del personaje. La edad del aprendiz de mago, en plena adolescencia, requería un tono visual y narrativo que se diferenciara de las coloristas lecturas ideadas por Chris Columbus. El realizador de títulos como Solo en casa ha decidido tomarse un respiro, tras dos años consecutivos rodando sendas superproducciones, cediendo el testigo al mejicano Alfonso Cuarón; un brillante cineasta que ha dado muestras de su buen hacer en títulos tan dispares como La princesita o Y tu mamá también . Su incorporación al mundo mágico del castillo de Hogwarts, las partidas de Quidditch y las diversas y fantásticas criaturas que pueblan este particular universo infantil, ha dado como resultado una película mucho más madura en sus planteamientos. El traumático paso por la pubertad de los personajes es utilizado por Cuarón para explorar el íntimo territorio de las relaciones personales, la falta de apoyo familiar y la búsqueda interior que llevan a cabo unos jóvenes torturados por las dudas. Pese a todo, no falta una buena ración de efectos especiales, más elaborados aún que los ya conocidos, que dotan de la necesaria espectacularidad a un filme destinado a reventar las taquillas de medio mundo. Además de los protagonistas habituales de la saga, capitaneados por Daniel Radcliffe, Rupert Grint y Emma Watson, se incorporan actores como Gary Oldman, Emma Thomson, David Thewlis y Michael Gambon. La familia Douglas, por su parte, se ha embarcado en la producción de una película en la que, además de actuar juntos, se dedican a limar asperezas familiares poniendo como pretexto la historia de una acomodada familia judía de un exclusivo barrio de Manhattan. Kirk, su hijo Michael y Cameron, hijo de este último, protagonizan un relato que lejos de ser la comedia que todo el mundo cree es un drama de considerables proporciones. Cosas de familia supone una catarsis vital e interpretativa para una de las familias más poderosas de Hollywood. Mucho más festivo es el planteamiento de Cachorro , una comedia de Miguel Albadalejo que trata con humor las relaciones entre un niño y su tío, un homosexual con una vida afectiva bastante ajetreada. La singular convivencia que se establece entre ambos es el eje central de una historia que retrata con ternura las contradicciones morales del protagonista.