Masones, guerra, anticlericalismo y represión
Para Pedro Víctor Fernández, esta novela constituye una buena ocasión para que el lector se acerque a un mundo casi por completo desconocido por el español medio, y además, «troquelado por cuarenta años de franquismo», régimen que demonizó la masonería y la equiparaba en «maldad» con el comunismo. «Franco estaba obsesionado con los masones -comenta el autor-, aunque quizás fuera porque le rechazaron cuando de joven intentó ingresar en una logia». Fernández explica que la masonería no es otra cosa que una organización «muy discreta, basada en rituales llenos de severidad y simbolismo. Su principal doctrina se basa en los principios de la Ilustración, o sea, libertad, igualdad y fraternidad, y por lo tanto, su máximo enemigo era la Iglesia». Tanto es así que el principal antagonista de El triángulo del León es precisamente «el deán de la Catedral».