El presidente, en el punto de mira Hubo pases con enjundia Maestros De torero a torero Sustos y costaladas de los de a caballo Jesulín de Ubrique, con contractura lumbar

Santiago Guisasola se llevó ayer una de las broncas más sonoras que se recuerdan en la Plaza del Parque, por negarse a conceder la segunda oreja en la faena de David Fandila el Fandi al primero de su lote. El público pidió el trofeo de manera unánime y entusiasta, y los subalternos retrasaron en lo posible el arrastre del toro. Pero no hubo manera. Después de que El Fandi marrara en su primer intento con el estoque, al tropezar la punta de la espada con una banderilla, el presidente se negó a abrirle directamente la puerta grande. No se entendió su decisión. Los pitos fueron ensordecedores. Se los dio Francisco Rivera Ordóñez al primero de su lote. Hubo una primera tanda de manos bajas de gran calidad, y algunos otros pases sueltos que se escaparon en la parte final de la faena. Pero el público anduvo a otros asuntos. Se jalearon más los adornos que el toreo de calidad. El torero vallisoletano David Luguillano saluda al maestro Antonio Chenel Antoñete, en presencia de David Montero. David Fandila el Fandi brindó la muerte de su primer toro a otro torero presente en la plaza, el madrileño Miguel Abellán, uno de los diestros con más proyección del momento. Abellán presenció el festejo desde el callejón de la plaza de toros, comentando las incidencias con sus compañeros. Los picadores sufrieron ayer varios sustos durante el festejo. El primero derribó al varilarguero contra el burladero de matadores; y el quinto se medió debajo del caballo hasta levantarlo y lanzar al picador contra la arena. Los monosabios tuvieron su trabajo para volver a poner los toros en pie. Jesulín de Ubrique entró en la enfermería de la plaza tras dar muerte a su segundo enemigo, aquejado de lumbalgia. El cirujano Amador Alonso le apreció contractura lumbar, una dolencia que el matador gaditano viene padeciendo en los últimos días y de la que está siendo tratado. El equipo médico de la plaza leonesa le reconoció, y le puso en contacto con un fisioterapeuta para paliar esta dolencia, que según los doctores no está relacionada con las lesiones que sufre el diestro tras el accidente de hace tres años.