SIN MANDO
La pareja
TIENE GUASA la cosa: en España no pueden casarse los homosexuales, pero en La casa de tu vida son ellos los que se hacen con el premio a la mejor pare-ja. De acuerdo que Juanma y David son pesados, depresivos por momentos y en general cargantes, pero no menos espantosos que algunos de que los que había en el programa (la virgen tenía tela). Por si eso fuera poco, las familias de los gais son las únicas que se llevan bien. Qué digo llevarse bien: se respetan y aceptan de una forma ejemplar, sobre todo teniendo en cuenta cómo está el resto del patio. Creo que como espectadores, y sobre todo como ciudadanos, tendríamos que aprender una lección de este programa que, por lo demás, es como un gran-hermano cualquiera: las relaciones de pareja fracasan o no, son no o buenas, al margen del sexo o costumbres de sus integrantes. A ver cómo se explica si no que la pareja perfecta, matrimonio enrollado con cinco hijos, fuesen unos petardos de marca mayor que a los dos días se enfadaron con todo el mundo (sólo había que verlos el jueves, al margen del resto); o cómo la chica que pregona su virginidad a los cuatro vientos permite que su novio no se hable con su madre; o cómo, justo en el extremo contrario, los góticos se muestran como una pareja casi tradicional... ¡Vaya! Todavía va a servir de algo la telerrealidad.