Un monumento nuevo para una ciudad del Camino
Recuperar el muralismo, un arte que se estaba perdiendo; dotar a la ciudad de elementos artísticos; implicarse con el Año Jacobeo y dar una presencia a la cultura en el verano leonés son algunos de los objetivos que pretende en esta edición del curso de muralismo, según explicó ayer el concejal de Educación y Cultura del Ayuntamiento de León, Alejandro Valderas. Destacó también la necesidad de mantener los elementos artísticos en la ciudad, al margen de los monumentos históricos; dotados de su propia simbología. «No queremos renunciar a una ciudad artística, pero en la que siempre caben nuevas aportaciones; ni a la calidad de nuestros artistas, como queda de manifiesto en los murales que se han realizado con este curso», destacó el concejal. Un criterio en el que coincidió el secretario de la Fundación Vela Zanetti, Eduardo Aguirre, quien hizo hincapié también en lo adecuado de los escenarios que hasta ahora ha seleccionado el Ayuntamiento para llevar a cabo estas iniciativas. Valderas apuntó que los turistas y peregrinos que se detengan a contemplar este mural no sólo podrán ver un elemento artístico, sino una obra íntimamente ligada con la simbología leonesa, «como ciudad del Camino, como ciudad milenaria y como capital de reino que es». Valderas ha sido el asesor de los pintores en cuestiones de simbología para realizar los murales que ayer se iniciaron. Los artistas realizarán la mayor parte de los pigmentos que utilizarán en el mural, que será por primera vez al seco, con tierra de distintos tonos recogidos en el Camino de Santiago, que serán tostados por ellos mismos. Este será el mural más grande de la ciudad, a excepción de los de la iglesia de San Claudio; y se realizará con un menor número de alumnos que los precedentes por motivos de seguridad en los andamios.