José Manuel Chamorro recrea en un libro un Quijote en blanco y negro

Una serie de grabados sobre linóleum representando a Don Quijote, el inmortal personaje de Cervantes, trae a la actualidad de figura del pintor leonés José Manuel Chamorro. Se trata de unos espléndidos dibujos en los que el color blanco, rompiendo el negro, sugiere las formas y situaciones, acentúa el dramatismo y expresa la dualidad, tan esencialmente humana, que experimenta el personaje. Las 17 xilografías que componen el trabajo se ofrecen en forma de libro de grandes dimensiones (59 x 41 cm.) y comienza con una introducción que dice en referencia al Caballero de la Triste Figura: «Chispa de luz primigenia que enciendes ardientes ansias de ser. Fuego rebelde a la fría oscuridad de lo inerte. Resplandor de la realidad liberado de la grave realidad. Estrella Polar en la noche hidalga de la ociosidad. ¡Cabalga Don Quijote!». Estos dibujos se corresponden con la primera parte del Quijote. José Manuel Chamorro (Villademor de la Vega, 1949) es un pintor poco conocido en su tierra. Realizó su formación artística al lado de Manuel Gutiérrez Navas, Lorenzo Frechilla, Antonio Manso y Enrique González Flores, en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid. Ampliándolos después en la Accademia de Belli Arti Prieto Vannucci, de Perugia y el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Ha ejercido la docencia durante un tiempo y ha sido dibujante de la Sección de Filatelia de Correos. Ha realizado innumerables exposiciones individuales y colectivas, algunas de ellas en León, aunque en los últimos tiempos sus trabajos no han visitado las salas leonesas. Sobre la obra de Chamorro decía Antonio Gamoneda en Diario de León, «Ritmo, temperatura cromática, economía de procedimiento. Tres nociones primarias. El artista no se apoya en expresivismos rebuscados, en propuestas supuestamente trascendentes. Está hipnotizado por la refulgencia y la movilidad que su sensibilidad descubre en el personaje exterior y se aplica a transposición eficaz». También el recientemente fallecido Marcos Oteruelo glosó sus trabajos. «Admiro su voluntad tenaz, callada pero sonora, que desvela la luz. Y la luz efectivamente trasciende esta superficie mimada, iluminada de sus cuadros». Todas las técnicas Chamorro domina todas las técnicas de la pintura y con ellas expresa su admiración por la naturaleza, sus emociones y sus interpretaciones interiores de personajes que solamente existen en su imaginación. A pesar de ser pintor de enérgica pincelada, conserva todo el interés por la perfección del dibujo, que en ocasiones mima con puntilloso cuidado. Su interés por el Quijote nos hace recordar a otro ilustre artista leonés, el berciano Beberide, aunque estéticamente están muy lejos uno de otro. Los grabados de Chamorro sorprenden por su fuerza expresiva, por la violencia del claroscuro, por su valor como ilustraciones literarias que van mucho más allá del texto que interpretan, ayudando al espectador a penetrar más hondamente en el rey de los libros españoles. Algunos de estos linograbados de José Manuel Chamorro, ya visitaron la Biblioteca Pública de León en 1989, pero ahora que la colección está terminada y dispuesta en formato de libro, quizá fuera buen momento para recuperar la presencia de este gran pintor en las galerías leonesas.