INTERFERENCIAS
Mujeres y poder
ANA GARCÍA Lozano dedicó Ésta es mi historia (La Primera) al tema Mujeres y poder . Aunque el debate de la igualdad/desigualdad femenina ante el hombre es tema recurrente y da para mucho, su traslación a la política giró con la decisión de ZP y sus nuevos ministros. Lozano extendió el debate a otros ámbitos del poder, la empresa por ejemplo. Sin embargo salía a caballo perdedor en cuanto a pellizcar share frente a sus competidores en el tramo de la medianoche, Sardá y Lucas. Pese a que el asunto debería interesar (por lógica) a las mujeres, enseguida renunciaron a aportar algo original, a evolucionar desde el tópico. Todo estaba dicho. El espacio evolucionó a mejor desde la jaula de grillos que era hace algunos meses. Ahora juega a debate y reciben llamadas en directo. Realmente no hubo conclusiones que no supiéramos ya: las mujeres recuperan terreno y a este paso pronto invertiremos la reivindicación para los hombres. Lozano quiso reflejar pluralidad e invitó a dos catedráticas, a la ruidosa (y con tendencia a la demagogia) Cristina Almeida y a la viuda de Cela, a un profesor universitario, a una empresaria y a dos contertulios más. Demasiada voz, demasiada palabrería, para tan poca enjundia. La conclusión de que la mujer recupera cancha era cosa sabida. Sobró el programa, aún con toda su buena voluntad.