ProMonumenta limpia la maleza que devora las ruinas de Marialba

En Marialba de la Ribera le llaman la iglesia vieja. Son los restos de uno de los templos paleocristianos mejor conservados del mundo, desde luego el más completo de la zona noroeste de la península. Las ruinas, tapadas durante siglos por un montículo en las eras del pueblo, fueron estudiadas por arqueólogos alemanes en los años sesenta y tapadas de nuevo en su mayor parte, como intuyendo el abandono que iban a sufrir durante décadas. Mientras en otros lugares los restos de estas construcciones se conservan cubiertos, musealizados y con exquisito trato, las piedras de Marialba sólo han conseguido en este tiempo una verja que se puso el año pasado, y que teóricamente impide el paso a las ruinas. Ante el abandono institucional, a pesar de las continuas peticiones de ayuda por parte de entidades como ProMonumenta, un grupo de socios de esta agrupación se armó ayer de pico y pala y, con los preceptivos permisos, procedió una vez más al desbroce de la maleza que invade las piedras milenarias. La basílica, declarada monumento nacional en 1979, y Bien de Interés Cultura en el 2000; declarada también zona arqueológica, se encuentra abandonada y ni siquiera se han iniciado los trámites para la elaboración de un plan director que fije las actuaciones, tal y como reclaman desde la asociación de defensa del patrimonio. ProMonumenta demanda la protección y puesta en valor de esta basílica por su singular significación; así como su promoción como reclamo turístico en los alrededores de la capital leonesa. Mientras, periódicamente acude a este paraje para retirar la maleza que va cubriendo los restos de los muros que dibujan la planta de la basílica, con la intención de preservarlos en lo posible.