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La plaza de la localidad de Cabrera Alta pretende servir de ejemplo para otras rehabilitaciones

Villar del Monte recupera la imagen de su arquitectura tradicional

Balconadas, hornos, fachadas y cubiertas han recibido atención especial en el programa del ILC

Los arquitectos tratan de poner en valor los elementos constructivos tradicionales

León

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Uralitas, cemento y cierto pudor a la hora de conservar y mostrar la herencia constructiva habían cubierto las peculiares edificaciones de Villar del Monte, uno de los ejemplos más característicos de la arquitectura tradicional de la Cabrera Alta. Hoy su plaza luce de nuevo el aspecto que tuvo antes de que los modernos materiales y la despoblación cambiaran su cara y amenazaran con borrar algunos de sus rasgos más característicos. Pretende ser testigo de lo que fue durante siglos, pero también un ejemplo a seguir para quienes apuesten por recuperar las construcciones de una zona considerada por los expertos como exponente privilegiado de herencia arquitectónica. Las obras de recuperación del entorno de la plaza de Villar del Monte son el segundo ejemplo de actuación en núcleos rurales por parte del Instituto Leonés de Cultura (ILC), que el año pasado ya desarrolló un plan de actuación sobre la localidad también cabreirense de Forna. Ayer el director de la institución, Alfonso Ordóñez; la diputada de Cultura, Natividad Cordero; la etnóloga Concha Casado y el arquitecto experto en construcciones rurales Javier Sastre, visitaron la zona objeto de la actuación, en la que se han invertido 75.000 euros, el 90% a cargo del ILC y el resto por parte del ayuntamiento. Ordóñez destacó la necesidad de que se amplíe la zona objeto de rehabilitación, dada la peculiaridad del conjunto, por lo que no descarta presentar un proyecto que, en colaboración con la Junta, permita actuar sobre un lugar que calificó de privilegiado, tanto en sus construcciones como en su entorno. Por su parte Cordero indicó la recuperación de los elementos constructivos tradicionales de la Cabrera Alta, muchos de los cuales, como corredores de madera y hornos, habían desaparecido de la vista cubiertos de uralitas y cemento. Javier Sastre apuntó que el objetivo de esta actuación es «dejar en cada zona una muestra representativa de la arquitectura local. Recuperar todos los pueblos es imposible, dijo, pero sí se puede recuperar una parte que sirva de ejemplo a rehabilitaciones posteriores».

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