Diario de León

Sacar los colores a la Pulchra

Las vidrieras de la Catedral de León solicitan su reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad pero los peldaños a escalar se hacen complejos e interminables Recogida de firmas y foto de l

Unas 2.000 personas se concentraron el pasado día 24 de junio

Unas 2.000 personas se concentraron el pasado día 24 de junio

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Ana B. Puente - león
León

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Conseguir que un bien cultural, como las vidrieras de la Catedral de León, sea incluido en la lista del Patrimonio Mundial es un procedimiento que consta de una serie de pasos y de la intervención de multitud de organismos, que lo convierten en un proceso largo y lento. La colaboración de según qué entidades puede retrasar o dar vida al procedimiento y facilitar así la participación de otras. El primer paso consiste en crear un expediente acerca del bien que más tarde se estudiará en el Consejo del Patrimonio Histórico. Un expediente que contenga todos los datos del bien: etapa o corriente cultural a la que corresponde, su valor, la referencia con bienes nacionales o extranjeros de carácter similar, etc. Este documento lo elaboran mano a mano dos organismos: el ayuntamiento y la Junta a los que corresponde el monumento. Desde la alcaldía de León se inició en Enero una campaña para conseguir que la Unesco declarase a las vidrieras Patrimonio de la Humanidad. Las iniciativas llevadas a cabo desde entonces han sido muy numerosas, pero el problema surge en la Junta de Castilla y León. La creación del expediente conjunto lleva paralizado varios meses porque desde este organismo y según el Ayuntamiento de León, la colaboración es nula: «Necesitamos respuestas institucionales, no podemos hacer nada sin el apoyo de la Junta», afirma Evelia Fernández, concejala de Patrimonio. La Junta sería, además, el organismo que defendería el proyecto en Madrid, en el Consejo del Patrimonio Histórico, pero desde la Alcaldía las quejas se suceden: «Si no colaboran primero con el expediente, difícilmente intervendrán después para defender la proposición». La información facilitada desde la Junta sobre este tema es nula. En León ya se vivió una situación similar hace no muchos años: el Ayuntamiento de la capital solicitó ayuda a la Junta para conseguir la declaración de la catedral como Patrimonio Mundial, pero la escasa colaboración prestada paralizó los movimientos para conseguirlo. Una vez creado el expediente, la Junta lo enviaría al Consejo del Patrimonio Histórico, que es el órgano encargado de elevar al Gobierno de la Nación la lista de todos los bienes enviados desde cada una de las 51 comunidades. Las autoridades nacionales tienen a partir de este momento la tarea de establecer el orden de prioridad de todos los bienes enviados, siguiendo siempre las recomendaciones que figuran en las «Orientaciones operacionales para la aplicación de la Convención del patrimonio mundial». Todos los expedientes de inscripción deben enviarse al Centro del Patrimonio Mundial antes del 1 de febrero para ser sometido al Comité del patrimonio mundial en la sesión del próximo año. En este momento aparecen en escena los Órganos Consultivos, los cuales se encargan de asesorar al Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco en su tarea de dictar las instrucciones a seguir para la inserción de los bienes en la Lista. Los criterios que la Unesco tiene en cuenta están muy en relación al valor histórico y cultural del bien. Se valora si representa una obra maestra del genio creativo humano, si constituye un caso sobresaliente del campo en el que está incluido, o si es representativo de una época o cultura desaparecida, entre otras. Si se consiguiera la declaración los beneficios para la catedral y para León serían innumerables: «Aumentaría el interés internacional por la ciudad, lo que repercutiría en más visitas», asegura la concejala de Patrimonio. Como dato, señalar que, tras la iluminación interior del templo, la gente permanece un día más en la ciudad. La declaración también garantizaría un mayor mantenimiento de las vidrieras, y obligaría a la Unesco a protegerlas de cualquier amenaza.

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