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Javier Alonso: la grandeza de un tenor

Éxito clamoroso del tenor leonés en su ciudad natal, La Bañeza, dentro de un recital marcado sobre todo por la emotividad y el apoyo multitudinario de sus paisanos

La iglesia de Santa María acogió el concierto de Javier Alonso

La iglesia de Santa María acogió el concierto de Javier Alonso

Publicado por
Miguel Ángel Nepomuceno - león
León

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El viejo dicho de que nadie es profeta en su tierra ha vuelto a no cumplirse el pasado jueves en La Bañeza. El éxito obtenido por el tenor Javier Alonso junto al pianista Miguel Huertas y el cuarteto de cuerda y oboe que le acompañó, formado por Jaime Puerta, violonchelo; Fernando Ramírez, oboe; María Luz Fernández, viola, David Fernández de la Varga y María Lourdes Fernández, violín; ha dejado obsoleto una vez más aquello de que profeta y terruño no congenian. La respuesta de sus paisanos fue espectacular y la iglesia de Santa María de La Bañeza, esa que con tanto amor y dedicación regenta desde hace más de treinta años su querido párroco Santiago Carrizo, quedó pequeña para albergar al numeroso público que casi una hora antes del comienzo ya se iba aglutinando ante sus puertas. Era la primera vez que Javier cantaba en su tierra y la ocasión merecía una celebración especial. La reina de las fiestas y sus damas de honor, el alcalde y gran parte de la corporación municipal, además de los representantes de diversos estamentos políticos y sociales quisieron avalar con su presencia el debut bañezano de su joven y ya consagrado tenor. Fue precisamente Santiago Carrizo quien hizo los honores de presentar «como un espontáneo» al cantante, al que, según sus palabras, había bautizado en aquella misma iglesia hace ahora 24 años. Alabó sus cualidades humanas y artísticas y contó una curiosa anécdota de cuando Javier, con doce años, dirigía el coro de la iglesia y de cómo uno de aquellos momentos quedó reflejado en una fotografía que el propio sacerdote incluyó en un libro del que le hizo obsequio. Éste, emocionado, agradeció la deferencia y prometió tener esa fotografía con él allá donde estuviera. Tomó la palabra a continuación el concejal de cultura para hacer una breve semblanza del cantante, al que prometió que la próxima vez que actuara en su La Bañeza lo haría ya en el nuevo teatro que en estos momentos están reformando. Óptima evolución Sin más dilación comenzó el recital con una serie de arias de Bonoccini, Caccini, Scarlatti, Paisiello, Loti, Haendel, Mozart, Tosti y Falla, que hicieron las delicias del respetable pese a ser un programa muy especializado, en concreto la primera parte. Con una dicción perfecta en tres idiomas, Javier Alonso supo otorgar a todas y a cada una de sus intervenciones con la intensidad y fuerza dramática requeridas a sus respectivas partichelas, apoyándose en un instrumento que controla con perfecto dominio de la impostación, media voz, sfumature , lo que unido a una gran seguridad, infrecuente en cantantes de su edad y a una excelente técnica canora. El programa elegido para la ocasión permitió admirar los espectaculares progresos obtenidos por el tenor bañezano en los dos últimos años. Su centro se ha hecho mucho más consistente, la extensión se ha ampliado y la zona grave se mantiene dentro de unos parámetros muy considerables para la su tesitura de tenor lírico ligero que posee. Tal vez se le hubiera pedido mayor sutileza en pasajes de Haendel o Mozart, o más mordiente en A vuchella , o la Jota de Falla, pero en conjunto el resultado fue magnífico. Su forma de decir Haendel o Caccini, mostraron su personal timbre, su correcta afinación y su excelente musicalidad para este tipo de arias perfectamente imbricadas en su estilo y tesitura. Magnífico concierto, pues, y servido además por un cantante que pronto estará entre las glorias nacionales.

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