La asociación leonesa inició su nueva campaña de acciones con una intensa limpieza del recinto
Pro Monumenta: «Lo mejor para Sandoval sería darle una utilidad»
Sus integrantes han adecentado las antiguas celdas de los monjes y la zona de los ábsides
En vez de rehabilitaciones pequeñas, espaciadas y parciales, lo ideal para el gran monasterio de Sandoval -situado en Villaverde de Sandoval, muy cerca de Mansilla de las Mulas- sería dotarlo de alguna utilidad, de forma que tuviese una función precisa dentro de la sociedad: ésta es sin duda la mejor forma para preservar de la ruina cualquier monumento o edificio. Quien así piensa es Víctor Ferrero, presidente honorario de Promonumenta, la activa asociación leonesa que ayer inició su nueva campaña de actividades con una hacendera o limpieza de varias áreas del monasterio de Santa María de Sandoval. En concreto, los trabajos se centraron en el adecentamiento de las antiguas celdas de los monjes, cerca del claustro del edificio, así como en la parte trasera de la iglesia, en torno a los ábsides. Pero además de estas labores, que llevaron a los socios de Pro Monumenta desde las 9.00 a las 13.00 horas, la jornada fue muy completa y variada: por ejemplo, se celebró un emocionado cantamisas a cargo de un joven sacerdote cuyas raíces están en el pueblo de Villaverde de Sandoval, y posteriormente la «expedición» viajó hasta la cercana localidad de San Miguel de Escalada. Allí, los integrantes de la asociación disfrutaron de una comida de hermandad, y, a continuación, tuvo lugar una visita a la iglesia mozárabe de San Miguel, con el objetivo prioritario de enseñar sus secretos y bellezas a los nuevos socios de la entidad. En cuanto a los trabajos en el monasterio, Víctor Ferrero informó de que se ha conseguido despejar la parte trasera de la iglesia y las celdas, una zona poco conocida de este monumento. Tener la zona limpia de hierbas y cascotes es muy beneficioso para el templo, a juicio de Ferrero, ya que «los visitantes que vienen y ven estas partes tan descuidadas, con la hierba tan alta, pues suelen echarse para atrás». El presidente honorario de esta asociación dijo además que los nuevos trabajos de consolidación y rehabilitación de las diversas partes de este amplio recinto se reiniciarán en el próximo mes de septiembre, por parte del gobierno autonómico: «Ya sabemos que las intervenciones en Sandoval van poco a poco, muy lentamente -explica Ferrero-, lo que ahora nosotros pedimos es tan sólo que se cubran todos los edificios, que se reparen bien los tejados, porque cuando una cubierta se estropea o es inexistente, el resto de la estructura no tarda en deteriorarse por completo». Pero la asociación pide algo más para este importante centro monástico de la ribera del Esla; a juicio de su presidente, lo «ideal» para Santa María de Sandoval sería que las instituciones le dieran «alguna utilidad», museística, o «para servicios de diversa índole». Ésa sería, según Ferrero, la garantía de su supervivencia y el antídoto contra la larga historia de intervenciones parciales y siempre inconclusas que ha venido sufriendo. De creación regia El monasterio se levantó sobre terrenos donados en 1142 por el rey de León Alfonso VII al conde Pedro Ponce de Minerva, quien en 1167 otorgo los terrenos al abad Diego Martínez y a otros doce monjes bernardos. El monasterio aumento sus dominios con donaciones reales, como las realizadas por Doña Urraca, en cuyo honor se celebraría un aniversario cada 25 de junio. Pero la decadencia y los incendios (sufrió dos, uno en 1592 y otro en 1615) motivaron que ya en 1835 fuera pasto de la Desamortización y quedara deshabitado, quedando casi abandonado hasta hoy.