«No hemos asegurado bien nuestros tesoros»
El robo de El grito, de Edvard Munch, y otros dos cuadros del mismo pintor, ha conmocionado a Noruega, que se encuentra ante la desaparición de uno de los cuadros más conocidos del mundo, obra maestra del expresionismo. «Es totalmente terrible y chocante, son tesoros nacionales de un gran valor», dijo la ministra de Cultura, Valgerd Swarzstad Haugland. «No hemos asegurado bien nuestros tesoros artísticos. Tenemos que aprender de esto», dijo. Un productor de radio francés que se encontraba en el Museo Munch en el momento del asalto denunció «la falta total de medidas de seguridad» en el centro. «Yo visitaba el museo como turista cuando, hacia las 11.10, escuché gritos en la primera sala del museo, donde se encontraban los dos cuadros y situada a 30 metros de la salida», declaró François Castang, productor de la cadena de radio francesa France-Musique. «El robo apenas duró un minuto, yo diría que alrededor de 30 segundos. No sonó ninguna alarma. Los cuadros no estaban protegidos. Los ladrones sólo tuvieron que tirar un poco fuerte de los cabos que los sujetaban a las molduras», precisó. «Yo mismo comprobé esta falta de dispositivos cuando levanté ligeramente otro cuadro. No había alarma, no había cables eléctricos, sólo los cabos», añadió. «Aparentemente, el robo fue cometido por dos individuos armados a quienes esperaba un cómplice en el exterior. Sólo tuvieron que apoderarse de los cuadros, atravesar una especie de césped y montar en el automóvil del cómplice», precisó. Confianza absoluta François Castang, de 54 años, explicó que pudo hablar con un periodista noruego a quien expresó su extrañeza de que no hubiera alarmas ni detector de armas a la entrada del museo. «Me respondió que en parte se debía a la confianza absoluta de las autoridades norue-gas en la honestidad de sus ciuda-danos. Un robo así es sencillamente inconcebible», explicó. También señaló que en el momen-to en que los ladrones amenazaron a los guardias con sus armas, estos estuvieron más pendientes de la seguridad de los visitantes que de los cuadros.