Juan Diego Flórez: «Haré un hueco en mi agenda para cantar en León»

Acaba de cumplir los treinta años y ya hace dos que Pavarotti dijo de él que era «el mejor tenor lírico ligero del mundo y su sucesor». El camino hasta llegar a la cima ha sido corto pero intenso, ahora Juan Diego Flórez, el peruano de la voz de oro, se sabe admirado y reconocido por la crítica y querido sin limitaciones por el público, ése que le aclama cada noche ya sea en la Scala de Milán, en Viena, en Roma, Japón, Liceo de Barcelona, Florencia, Nueva York o Palacio de Festivales de Santander, donde el pasado día 24 ofreció uno de esos recitales que ponen al público al borde mismo de las lágrimas. Con más de diez minutos de aplausos y aclamaciones y los 2.500 espectadores que llenaban la sala Argenta en pie, Juan Diego Flórez recibió un baño de multitud que no olvidará en su vida y que quiso agradecer regalando propina tras propina, cada vez más difícil y comprometida, a un auditorio cautivado por la que, en palabras del eximio tenor cordobés Pedro Lavirgen, «es la voz más hermosa del mundo». En poco más de cinco años, su voz se ha convertido en una de las más cotizadas de toda la lírica y hasta el mismo Alfredo Kraus llegó a decir de él que jamás había escuchado a un tenor que cantara con la facilidad y el legato del peruano. Juan Diego Flórez pertenece a la inagotable cantera hispanoamericana que está dominando el panorama lírico internacional. Después de revisar su apretada agenda que cubre varias temporadas (hasta el 2008), Juan Diego manifestó que tenía muy buenas referencias del Auditorio leonés por otros compañeros, (José Carreras) «y estoy dispuesto, dijo, a buscar un hueco para cantar allá porque sé que su acústica es excepcional». Su debut en el mundo de la lírica fue, como suele suceder en cantantes meritorios, por azar. «Me encontraba en Pesaro, señala, durante la celebración del Festival Internacional de 1996, como miembro del segundo reparto de una compañía que iba a interpretar una obra de Rossini, pero el primero se cayó del cartel y nos tocó actuar a nosotros. Gusté al público y a la crítica que al día siguiente escribió que era la gran revelación de la noche y del certamen, y aquí estoy, nos dice sonriente». A partir de ese momento Juan Diego es la voz de Rossini y en la voz imprescindible en las programaciones de los teatros de ópera más importantes y exigentes del mundo. En una entrevista recientemente televisada en Nueva York, Plácido Domingo dijo de él que era un fantástico tenor y no escatimó elogios para su voz. Además pronto cantarán juntos en una gala en Nueva York. El significado que para Flórez tiene que tenores de la talla de Pavarotti y Kraus e incluso el mismo Pedro Lavirgen alabarán su actuación en Santander, es claro: «Para mí es un gran elogio que un ídolo como Domingo se exprese así de mí. Todos sabemos que él tiene un ritmo de trabajo muy fuerte y, no obstante, se ha preocupado de venir a verme incluso al camerino. Es una excelente persona. Con él he conversado bastante y sé que me aprecia mucho, lo cual me agrada sobremanera. A Pedro Lavirgen no le conocía en persona pero es un gran cantante al que respeto». «Quiero que mi música suene natural, que respete la naturalidad de la voz» JUAN DIEGO FLÓREZ TENOR