El Centro Cultural de la Villa rinde tributo a Sáez de la Calzada

La vida y obra de Luis Sáez de la Calzada se torna presente de nuevo en la muestra sobre el insigne leonés que se exhibe desde hoy en el Centro Cultural de la Villa. La exposición, trazada bajo el título de La vanguardia silenciosa , pretende rendir homenaje a la variopinta habilidad para con las artes que dispensó Luis Sáez de la Calzada en una época de subterfugio y sangre, remendando la palabra y sosteniendo la razón allá por el año 1969 al plasmar su firma junto a otros compañeros para denunciar los abusos que tenían lugar por aquella época. La muestra recoge, bajo diversos prismas -el literario, el pictórico, el fotográfico, etc.-, los múltiples quehaceres humanistas que ocuparon al polifacético literato leonés. La introducción planteada por Eduardo Aguirre, columnista del Diario de León y Comisario de la exposición, versa sobre «la existencia de los muchos calzadas que se encontraban en uno solo -tal y como asegura Aguirre-, en alusión a las muchas personalidades artísticas que gustaba de cultivar». Luis Mateo Díez, Gamoneda, Andrés Amorós, Juan Manuel Bonet, Manuel Fernández Montesinos y el mencionado Aguirre aderezaran la reunión artística con sus letras. Más de setenta cuadros, documentos, fotos, autorretratos; muestras de fragmentos de su poemario, artículos escritos por Lorca y Jiménez Fraud, alusiones artísticas a la Residencia de Estudiantes -santo y seña de su generación-, un excelente artículo de Crémer, entrevistas, fragmentos de su ensayo sobre La Barraca, muestras de su particular visión del mundo animal y demás piezas, coronan la efigie de Luis Sáez de la Calzada en la sala madrileña. Mención a parte el sublime retrato de Lorca. Las obras pertenecen a colecciones familiares y particulares, así como a la Junta de Castilla y León, organismo que ha cedido algunos cuadros restaurados para la ocasión por el Instituto de Patrimonio Histórico Español